El Proyecto Apostólico Congregacional (PAC) ofrece las prioridades trazadas por la Congregación para el sexenio 2019-2025, con el fin de integrarse en los diferentes proyectos de las comunidades, obras, presencias apostólicas y en todos los lugares donde somos enviadas, con iniciativas creativas y renovadas, al estilo de nuestras Venerables Madres Fundadoras Teresa Toda y Teresa Guasch.
Pretende fortalecer nuestro sentido de Cuerpo, dar un nuevo impulso a la misión, con la participación de todas las Hermanas y laicos vinculados al carisma, espiritualidad y apostolado.
La finalidad del PAC es que Jesucristo sea el centro y el fin de nuestras acciones, criterios y decisiones.
Nos marca 6 prioridades que nos indican los acentos señalados por el XXVII Capítulo General y hacia los que se orientan nuestras acciones apostólicas y las líneas a seguir en el sexenio:
• Centralidad en Jesús
• Comunión de vida para la Misión
• Fronteras y periferias carismáticas
• Obras y presencias portadoras de un Carisma
• Pastoral
• Comunión de bienes
El lema pastoral 2022-2023, de la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José, surge de la tercera prioridad del PROYECTO APOSTÓLICO CONGREGACIONAL, el cual hace referencia a FRONTERAS Y PERIFERIAS CARISMÁTICAS.
“Identificarnos, desde el carisma, en el hoy de nuestra historia, que las fronteras a las que el Señor nos envía son la niñez, la juventud y las familias.
Las periferias que han de ser atendidas de forma preferencial son:
– En los niños y jóvenes, todo tipo de abandono: emocional, físico y educativo. Y la orfandad de padre o madre o de ambos.
– En las familias, especialmente, aquellas en las que las mujeres son cabeza de hogar y no cuentan con los recursos suficientes para ofrecer a sus hijos la educación necesaria.
Y dentro de las fronteras identificamos a quienes están en situación de migrantes y todos aquellos que por diversas razones están alejados de Dios o no lo conocen.”
También al ser parte de la Iglesia, acogemos y vislumbramos la propuesta del Papa Francisco para que abracemos “nuevas fronteras de misión, lo cual implica no sólo ir a nuevos territorios para llevar el Evangelio, sino también enfrentar los nuevos desafíos de nuestro tiempo… La Iglesia de hoy siente con fuerza el llamamiento a salir de sí misma e ir a las fronteras y periferias, tanto geográficas como existenciales”. Ser una Iglesia en salida…
a vivir la misión compartida.
para llevar a cabo la espiritualidad y el carisma.
para hacer vida las líneas de acción de la tercera prioridad: fronteras y periferias carismáticas.
parte de la Iglesia sinodal que está en camino.
nuestra experiencia de fe y materializarla en las fronteras y periferias de nuestro tiempo.
seducir por la novedad de Dios y ser medios para ayudar a sanar las heridas de la humanidad.