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Hermanas Carmelitas Teresas de San José


CELEBRACIóN DE 50 AñOS DE VIDA RELIGIOSA EN MADRID – ESPAñA

“Hágase en mi según tu Palabra.”

El 06 de mayo, en la casa de Agastia 22-24, en la celebración eucarística presidida por el P. Pedro Manzano, Párroco de la Parroquia San Ireneo, dimos gracias a Dios por los 50 años de vida religiosa de Hna. María Rosa Bernardo Llamazares, nuestra Superiora General.

A esta eucaristía asistieron todos sus hermanos, sobrinos y resobrinos y las Hermanas de las Comunidades de la Casa General, de Agastia 22-24, del Colegio El Carmelo Teresiano de Madrid y dos hermanas una de la comunidad de Lérida y otra de Chile.

Esta fiesta fue una maravillosa oportunidad para reconocer que es Dios quien, en su infinita misericordia, sostiene la vida misionera de una persona consagrada a su servicio y al de los hermanos.Hna. María Rosa con el corazón henchido agradeció, el don de la vida y de la fe recibido en su familia y todo cuanto ha recibido en la Congregaqción desde el aspirantado hasta el momento presente. Recordó como experiencia significativa sus 43 años de presencia misionera en la República Dominicana. Tuvo presente a las Hermanas Teresa Llamazares López, quien vive en Grand Bassam-Costa de Marfil y Rafaela García Sánchez, quien vive en Lepe-España, porque al igual que ella, el día 8 de mayo, celebran 50 años de vida religiosa. También ofreció unas palabras de agradecimiento a las Hermanas que en el momento presente comparten con ella la vida y el servicio de Gobierno.

Desde las vísperas de la celebración, estuvo recibiendo una diversidad de mensajes de felicitación que ratifican el valor de una vida que se ha hecho pan partido en los lugares donde ha sido enviada en misión.

Los 50 años de vida religiosa de nuestra Hermana, como la de tantos religiosos y religiosas en el mundo es testimonio de que, cuando el amor de Dios se hace presente en una persona y camina en constante discipulado de Jesús, es posible gastar la vida por construir un mundo más humano y digno, en los que se viva la solidaridad, la justicia, la paz, la esperanza…

En la jornada mundial por la vocación y desde la alegría de las bodas de oro de vida religiosa de nuestra Hna. María Rosa, continuemos pidiéndole al Señor que envíe obreros a su mies.

Hna. Mª del Socorro Henao Velásquez, ctsj

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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA 54 JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Empujados por el Espíritu para la Misión

Queridos hermanos y hermanas
En los años anteriores, hemos tenido la oportunidad de reflexionar sobre dos aspectos de la vocación cristiana: la invitación a «salir de sí mismo», para escuchar la voz del Señor, y la importancia de la comunidad eclesial como lugar privilegiado en el que la llamada de Dios nace, se alimenta y se manifiesta.
Ahora, con ocasión de la 54 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, quisiera centrarme en la dimensión misionera de la llamada cristiana. Quien se deja atraer por la voz de Dios y se pone en camino para seguir a Jesús, descubre enseguida, dentro de él, un deseo incontenible de llevar la Buena Noticia a los hermanos, a través de la evangelización y el servicio movido por la caridad. Todos los cristianos han sido constituidos misioneros del Evangelio. El discípulo, en efecto, no recibe el don del amor de Dios como un consuelo privado, y no está llamado a anunciarse a sí mismo, ni a velar los intereses de un negocio; simplemente ha sido tocado y trasformado por la alegría de sentirse amado por Dios y no puede guardar esta experiencia solo para sí: «La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera» (Exht. Ap. Evangelium gaudium, 21).
Por eso, el compromiso misionero no es algo que se añade a la vida cristiana, como si fuese un adorno, sino que, por el contrario, está en el corazón mismo de la fe: la relación con el Señor implica ser enviado al mundo como profeta de su palabra y testigo de su amor.
Aunque experimentemos en nosotros muchas fragilidades y tal vez podamos sentirnos desanimados, debemos alzar la cabeza a Dios, sin dejarnos aplastar por la sensación de incapacidad o ceder al pesimismo, que nos convierte en espectadores pasivos de una vida cansada y rutinaria. No hay lugar para el temor: es Dios mismo el que viene a purificar nuestros «labios impuros», haciéndonos idóneos para la misión: «Ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado. Entonces escuché la voz del Señor, que decía: “¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?”. Contesté: “Aquí estoy, mándame”» (Is 6,7-8).
Todo discípulo misionero siente en su corazón esta voz divina que lo invita a «pasar» en medio de la gente, como Jesús, «curando y haciendo el bien» a todos (cf. Hch 10,38). En efecto, como ya he recordado en otras ocasiones, todo cristiano, en virtud de su Bautismo, es un «cristóforo», es decir, «portador de Cristo» para los hermanos (cf. Catequesis, 30 enero 2016). Esto vale especialmente para los que han sido llamados a una vida de especial consagración y también para los sacerdotes, que con generosidad han respondido «aquí estoy, mándame». Con renovado entusiasmo misionero, están llamados a salir de los recintos sacros del templo, para dejar que la ternura de Dios se desborde en favor de los hombres (cf. Homilía durante la Santa Misa Crismal, 24 marzo 2016). La Iglesia tiene necesidad de sacerdotes así: confiados y serenos por haber descubierto el verdadero tesoro, ansiosos de ir a darlo a conocer con alegría a todos (cf. Mt 13,44).
Ciertamente, son muchas las preguntas que se plantean cuando hablamos de la misión cristiana: ¿Qué significa ser misionero del Evangelio? ¿Quién nos da la fuerza y el valor para anunciar? ¿Cuál es la lógica evangélica que inspira la misión? A estos interrogantes podemos responder contemplando tres escenas evangélicas: el comienzo de la misión de Jesús en la sinagoga de Nazaret (cf. Lc 4,16-30), el camino que él hace, ya resucitado, junto a los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13-35), y por último la parábola de la semilla (cf. Mc 4,26-27).
Jesús es ungido por el Espíritu y enviado. Ser discípulo misionero significa participar activamente en la misión de Cristo, que Jesús mismo ha descrito en la sinagoga de Nazaret: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18). Esta es también nuestra misión: ser ungidos por el Espíritu e ir hacia los hermanos para anunciar la Palabra, siendo para ellos un instrumento de salvación.
Jesús camina con nosotros. Ante los interrogantes que brotan del corazón del hombre y ante los retos que plantea la realidad, podemos sentir una sensación de extravío y percibir que nos faltan energías y esperanza. Existe el peligro de que veamos la misión cristiana como una mera utopía irrealizable o, en cualquier caso, como una realidad que supera nuestras fuerzas. Pero si contemplamos a Jesús Resucitado, que camina junto a los discípulos de Emaús (cf. Lc 24,13-15), nuestra confianza puede reavivarse; en esta escena evangélica tenemos una auténtica y propia «liturgia del camino», que precede a la de la Palabra y a la del Pan partido y nos comunica que, en cada uno de nuestros pasos, Jesús está a nuestro lado. Los dos discípulos, golpeados por el escándalo de la Cruz, están volviendo a su casa recorriendo la vía de la derrota: llevan en el corazón una esperanza rota y un sueño que no se ha realizado. En ellos la alegría del Evangelio ha dejado espacio a la tristeza. ¿Qué hace Jesús? No los juzga, camina con ellos y, en vez de levantar un muro, abre una nueva brecha. Lentamente comienza a trasformar su desánimo, hace que arda su corazón y les abre sus ojos, anunciándoles la Palabra y partiendo el Pan. Del mismo modo, el cristiano no lleva adelante él solo la tarea de la misión, sino que experimenta, también en las fatigas y en las incomprensiones, «que Jesús camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea misionera» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 266).
Jesús hace germinar la semilla. Por último, es importante aprender del Evangelio el estilo del anuncio. Muchas veces sucede que, también con la mejor intención, se acabe cediendo a un cierto afán de poder, al proselitismo o al fanatismo intolerante. Sin embargo, el Evangelio nos invita a rechazar la idolatría del éxito y del poder, la preocupación excesiva por las estructuras, y una cierta ansia que responde más a un espíritu de conquista que de servicio. La semilla del Reino, aunque pequeña, invisible y tal vez insignificante, crece silenciosamente gracias a la obra incesante de Dios: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo» (Mc 4,26-27). Esta es nuestra principal confianza: Dios supera nuestras expectativas y nos sorprende con su generosidad, haciendo germinar los frutos de nuestro trabajo más allá de lo que se puede esperar de la eficiencia humana.
Con esta confianza evangélica, nos abrimos a la acción silenciosa del Espíritu, que es el fundamento de la misión. Nunca podrá haber pastoral vocacional, ni misión cristiana, sin la oración asidua y contemplativa. En este sentido, es necesario alimentar la vida cristiana con la escucha de la Palabra de Dios y, sobre todo, cuidar la relación personal con el Señor en la adoración eucarística, «lugar» privilegiado del encuentro con Dios.
Animo con fuerza a vivir esta profunda amistad con el Señor, sobre todo para implorar de Dios nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. El Pueblo de Dios necesita ser guiado por pastores que gasten su vida al servicio del Evangelio. Por eso, pido a las comunidades parroquiales, a las asociaciones y a los numerosos grupos de oración presentes en la Iglesia que, frente a la tentación del desánimo, sigan pidiendo al Señor que mande obreros a su mies y nos dé sacerdotes enamorados del Evangelio, que sepan hacerse prójimos de los hermanos y ser, así, signo vivo del amor misericordioso de Dios.
Queridos hermanos y hermanas, también hoy podemos volver a encontrar el ardor del anuncio y proponer, sobre todo a los jóvenes, el seguimiento de Cristo. Ante la sensación generalizada de una fe cansada o reducida a meros «deberes que cumplir», nuestros jóvenes tienen el deseo de descubrir el atractivo, siempre actual, de la figura de Jesús, de dejarse interrogar y provocar por sus palabras y por sus gestos y, finalmente, de soñar, gracias a él, con una vida plenamente humana, dichosa de gastarse amando.
María Santísima, Madre de nuestro Salvador, tuvo la audacia de abrazar este sueño de Dios, poniendo su juventud y su entusiasmo en sus manos. Que su intercesión nos obtenga su misma apertura de corazón, la disponibilidad para decir nuestro «aquí estoy» a la llamada del Señor y la alegría de ponernos en camino, como ella (cf. Lc 1,39), para anunciarlo al mundo entero.
Vaticano, 27 de noviembre de 2016
Primer Domingo de Adviento

Francisco

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PRIMER ENCUENTRO DE EGRESADAS DEL ORPHELINAT BETANIA- COSTA DE MARFIL

El sábado 22 de abril de 2017 se realizó el Primer Encuentro de niñas egresadas del hogar Betania en Costa de Marfil.

Se llamó a las familias diciéndoles el motivo de la invitación a las niñas y luego les enviamos mensajes de texto. No a todas las niñas las pudimos ubicar ya que algunos de los contactos que tenemos registrados, no son los mismos y algunas otras se encuentran en el interior del país o viven en el extranjero.

De todos modos 27 de ellas confirmaron su asistencia y al final llegaron 21, de un total de 48 niñas que han pasado por el hogar y en el momento presente están integradas en sus familias.

Según el programa que preparamos el encuentro fue de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. terminando con el almuerzo.

El objetivo fue: Mantener la comunicación con las egresadas de Betania con el fin de renovar los lazos de familia que hemos creado.

Al llegar se les acogió haciéndoles sentir que estaban en casa. Quedó consignada en una lista las nuevas direcciones de contacto con cada una.

Comenzamos con una oración de inicio dirigida por las Hermanas y concluimos este espacio orante con un canto pascual. Luego pasamos a un espacio de animación de cantos y danza, donde ellas mismas cantaron con entusiasmo y tocaron el tambor. A continuación, cada una se presentó diciendo: nombre, curso, lugar donde vive actualmente y cuantos años vivió en el hogar. Una vez terminada esta presentación, se leyó el orden a seguir del día y el objetivo del mismo.

Después pasamos al momento fuerte del día que fue compartir, en el gran grupo, lo que están viviendo actualmente: cómo van en los estudios, cuáles van siendo sus logros y cómo enfrentan las dificultades encontradas en el camino. Con mucho respeto se escuchó a cada una en un ambiente de transparencia y fraternidad.

Una de las egresadas hizo la oración final de agradecimiento y de ahí pasamos a una presentación de diapositivas con fotos de infancia que les hizo recordar momentos felices vividos en el hogar. Al salir nos hicimos la foto de grupo y nos dirigimos juntas a almorzar y a intercambiar unas y otras.

Al terminar hicimos una evaluación en la que unánimes expresaron sentirse muy contentas y emocionadas de haber sido invitadas al hogar y valoran y agradecen todo lo recibido y vivido.

Hna. Alma Lidia Rodríguez Zorrilla, ctsj

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SEMANA SANTA 2017 VIVIDA EN MISIóN EN LA VEREDA PALOCOPOSO (ANTIOQUIA-COLOMBIA)

Participamos en la misión: Hna. Luz Marina Osorio, Carmen Daniela Guerrero, Liliana Marcela Giraldo, María Verónica Gómez y quien escribe, Sonia Cacheiro. Asistimos a las celebraciones propias de Semana Santa con los habitantes de la vereda en la capilla del lugar. Realizamos visitas a las familias y llevábamos la comunión a las personas enfermas y/o mayores. Disfrutamos con la acogida y el fervor de la gente, que en todo momento agradeció nuestra presencia.
La misión todavía, semanas después, se siente en la piel y en el corazón por todo lo vivido. Personalmente se presentó como una parada en el camino que me permitiese reordenarme para pasar de una etapa a otra de mi camino en Colombia.
Palocoposo apareció ante mis ojos como un verdadero paraíso natural, un lugar privilegiado entre las montañas donde los amaneceres suenan a naturaleza y huelen a tranquilidad. Sin embargo el tesoro escondido del paraje son, sin duda, sus gentes. La sencillez de hogares, donde no abundan riquezas ni adornos pero acogen a familias verdaderamente ricas en generosidad y amor, calidez y acogimiento.
Ha sido transformador poder compartir pequeños espacios con personas enfermas, solas o ambas cosas a la vez, y sentir que a quién están ayudando es a ti mismo, mucho más de lo que tu presencia y compañía puede alegrarles la vida. ¿Cómo es posible que las personas con más necesidades sean las más generosas? Sin necesidad de nombrar a ningún habitante de la vereda pues todos y cada uno han sido ejemplo de aquello de “el que menos tiene es el que menos necesita” o acaso es ¿“el que más tiene es el que menos necesita”? Averiguar esto ha sido una de las misiones de mi misión. Personalmente tengo muchas cosas, pero no es sino cuando te paras frente a la sencillez, cuando te das cuenta de que el valor de tu maleta no se calcula ni en euros ni en pesos colombianos, se pesa en humanidad, amor, generosidad y convivencia. Y ese aprendizaje es uno de los más valiosos que Palocoposo me ha ofrecido. Algunas de las personas que allí conocí han pasado a ser referentes personales, espejos dónde a una le gustaría verse reflejada en un futuro.
El espacio silencioso, que mi corazón buscaba cuando llegué, se convirtió en un fluir de emociones y sensaciones, reclamos personales, buscando encontrar respuestas a nuevas inquietudes. Asombrada y sorprendida, cada día, por lo que las personas nos regalaban sin esperar nada a cambio, tan sólo que tendieras tu mano a la suya para ofrecerle sostén durante unos minutos, que llamases a sus puertas y te sentases en la cocina a oler el café recién hecho y que a duras penas podías rechazar, que escuchases sus relatos de vida valiente y curtida por el sol de la montaña, por la soledad o el sacrificio, por el amor a la familia o los vecinos y en demasiadas ocasiones por la enfermedad, tanto propia como ajena. Y todo ello contado con tranquilidad, sin vanidad ni quejas, sin siquiera imaginar cuantas enseñanzas vitales nos trasmitían a las que allí estábamos sentadas.
Palocoposo resuena en mi corazón, lleno de amor, silencio, fe y admiración; y me deja como misión seguir recordándome cuales son las necesidades que me hacen libre y no me esclavizan.

Sonia Cacheiro Durán
Voluntaria española en los Hogares de Colombia

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3° ENCUENTRO DEL EQUIPO COORDINADOR DE LAS FRATERNIDADES CARMELITANAS DE MÉXICO

Ciudad de México, 21-22 de abril del 2017

Dios nos ha convocado nuevamente a reunirnos para servirle, como coordinadores de las Fraternidades Carmelitanas de México, en ésta ocasión con tres propósitos:

Participar activamente en la reflexión y en la práctica de aquello que consideramos importante para mantenernos en camino con creatividad.
Organizar el 2º Encuentro Nacional de Fraternidades Carmelitanas de México, los días 5 – 7 de mayo, en la Ciudad de Querétaro.
Conocer y acordar el calendario de preparación del Encuentro General de Fraternidades Carmelitanas de 2018.

Los participantes, uno o dos laicos -pues estábamos invitados a venir con nuestro esposo o esposa, cuando ambos formamos parte de las Fraternidades-, y una hermana por Fraternidad, acudimos al encuentro, que tuvo lugar en la Casa Central de la Delegación, en la Ciudad de México, con gran alegría, entrega y disposición. Y, como cuando un padre cuando convoca a sus hijos, fuimos recibidos con una gran acogida, entusiasmo y sobre todo con una gran calidez de familia.

La reunión fue muy ágil, estuvo muy bien organizada, la metodología facilitó el trabajo en general; la participación fue muy activa, comprometida, libre, sencilla y espontánea; permitiendo realizar el trabajo por lo que fuimos convocados con gran fluidez y con un gran compromiso, por lo que los objetivos se cumplieron de manera satisfactoria.
Los dos días se iniciaron con la Eucaristía, permitiéndonos preparar el corazón para los proyectos a realizar, los encuentros con la Palabra y los momentos orantes fueron una magnífica oportunidad para estar en la presencia de Jesús Resucitado y de nuestra Madre Santísima. Es difícil expresar con palabras el regocijo y gozo que hemos experimentado los convocados a ésta reunión y que ahora tenemos la tarea de hacerla sentir en cada una de nuestras Fraternidades, para que podamos llevar a cabo las próximas tareas de animación que se nos han encomendado.
Esperamos con gran expectativa el 2º Encuentro Nacional de Fraternidades Carmelitanas de México, de los días 6 y 7 de mayo, en el que los integrantes de las siete Fraternidades que estamos concluyendo el 4º año del proceso, estamos invitados a hacer nuestra Promesa de Seguimiento de Jesús al estilo de nuestras Madres Fundadoras Teresa Toda y Teresa Guasch.
Este encuentro nacional en el que también van a participar las hermanas y hermanos de las dos Fraternidades que están viviendo el primer año del proceso, nos va a ofrecer la oportunidad de sentirnos verdaderos servidores de Jesús, es el momento para el cual nos hemos preparado, y Dios nos seguirá bendiciendo abundantemente para que continuemos llevando a cabo su voluntad y seamos sal y luz para los que están a nuestro alrededor dando a conocer el gran amor que Dios nos tiene.
Con mucho cariño, y en nombre de cada hermana y hermano de nuestras Fraternidades mexicanas,

Ana Celia Castañeda Almanza, Fraternidad Getsemaní, de Querétaro

Martha Angélica Velázquez Hernández, Fraternidad Koinonía, de la Ciudad de México

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CAPITULO PROVINCIAL DE LOS CARMELITAS DESCALZOS PROVINCIA IBéRICA

El día 18 de abril los Carmelitas Descalzos de la Provincia Ibérica, Santa Teresa de Jesús, elgieron como Provincial para el trienio 2017-2020 al Padre Miguel Marquez y el día de hoy, 20 de abril, han elegido los Consejeros: Gabriel Castro, Sebastián García, José Luis del Pozo y Joan Badia.
Deseamos que la misión que han recibido, como equipo de Gobierno, puedan desarrollarla según el querer de Dios y Santa Teresa de Jesús, estimule su servicio y entrega diaria. ¡Felicidades!Hna. Mª del Socorro Henao Velásquez, ctsjSecretaria General

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INICIO DE POSTULANTADO EN MéXICO

Comparto mi alegría y agradecimiento a Dios, por haber puesto en mí su mirada y el anhelo de seguirle en la vida consagrada.

He concluido la etapa del Aspirantado en la comunidad del Colegio Teresa Guasch, en la ciudad de Querétaro, donde fui creciendo en el Amor a Jesús y se fortaleció mi decisión de hacer de mi vida un SÍ, de seguir a Jesucristo. Me estimuló conocer más a María y su SÍ al plan de Dios, y descubrir que Ella es nuestro modelo.
Me ha hecho muy feliz y es muy significativo para mí, que haya sido el día 25 de marzo del 2017, día de la Anunciación, en el que haya vivido, acompañada por mis papás, mi madrina, y un grupo de hermanas y hermanos de las dos Fraternidades Carmelitanas, una sencilla y emotiva celebración como inicio oficial de mi etapa de Postulantado, sintiendo el apoyo y amor de las hermanas, de mis padres y madrina, que me acompañaron, felizmente. Durante ese día clamé a Dios para que ilumine mi ser y pueda, así, realizar, siempre, su voluntad.
En la celebración agradecía el tiempo maravilloso que había pasado en el Colegio Teresa Guasch, lugar donde fui conociendo, cada vez más, el Amor de Dios hacia cada uno de nosotros, recordando, con cariño a las hermanas de aquella comunidad, que imaginaba me estarían apoyando con su oración, al igual que las demás hermanas de la Delegación de México. Y agradeciendo que, por su amor, ahora estoy aquí presente, en la Casa de Formación, en la Ciudad de México, confiada en Jesucristo que me da fortaleza para seguir adelante y luchar por un mundo mejor. Fueron momentos muy lindos, en presencia de Dios.
La comunidad y las Fraternidades Carmelitanas de la Ciudad México me recibieron con mucho cariño y alegría lo cual agradezco.
Continuó la fiesta el día siguiente. Con mis padres, mi madrina y la hermana Cecilia Barreda, visitamos la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México, celebramos la Eucaristía con el pueblo de Dios, y confié a la Santísima Virgen mi nuevo tramo del camino. Subimos al Tepeyac, cerrito donde tuvo lugar el milagro de la aparición de la “Morenita”, a Juan Diego, en 1531, en los inicios de la Evangelización del Continente americano, y pasamos un hermoso día.
Recuerden que todo se puede en Cristo que nos fortalece.
Que Dios los bendiga en todo momento.

María Isabel Torres López

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MISIóN EN SAN MARTíN DEL CASTAñAR-ESPAñA

Las Hermanas Judith, Ana Rita y María Ángeles, estamos en San Martín del Castañar celebrando estos días santos. Llegamos el domingo de Ramos y el pueblo nos ha acogido muy bien, estos día previos a Triduo pascual estamos haciendo actividades con los niños, adolescentes, visitando enfermos y alguna residencia de la zona. La experiencia ha comenzado a caminar.
Hna. Mª Angeles Domínguez Carrera, ctsj

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LA JUVENTUD EN LEPE SE MUEVE AL COMPáS DE TERESA TODA Y TERESA GUASCH

Las Hermanas Encarna, Eulalia y Rafaela, que ejercen su misión en Lepe (Huelva-España) acompañan a la Fraternidad Carmelitana Anawin y al grupo joven de la Parroquia “Las Dos Teresas”. Actualmente, está formado por unos 60 jóvenes de entre 10 y 17 años, coordinados por la hermana Eulalia con la ayuda de 8 monitores, tres de los cuales se han formado en el mismo grupo joven.
Se trata de tres grupos: el primero corresponde a los niños que acaban de hacer la primera Comunión y es su primer año, el segundo hicieron la Comunión hace dos años y es su segundo año, y el tercero es formado por jóvenes que se confirman este año y los que ya se han confirmado en años anteriores.
Nos reunimos todos los viernes en los salones parroquiales de 6 a 7 horas con los grupos más jóvenes; y de 7 a 8 con los mayores. En ese tiempo realizamos tareas de formación religiosa con actividades, encuentros, testimonios, etc. Y el resto del año participamos activamente en la Parroquia en las misas de niños con cantos, lecturas, entre otros. Estamos al servicio de la comunidad.
El pasado sábado 11 de marzo hemos estado de convivencia en un recinto romero del pueblo donde se celebra la romería de Ntra. Sra. de la Bella, nuestra patrona. Salimos caminando de Lepe a las 10 de la mañana y regresamos, también andando, a las 18 horas aproximadamente. Lo pasamos genial: visitamos la ermita, hicimos silencio y oración, los monitores preparamos juegos grupales para que todos nos conociéramos, aprendiéramos y tomáramos conciencia del grupo fraterno. Como en otras actividades que se organizan en nuestra Congregación en otras partes del mundo, hicimos una evaluación en la que los jóvenes expresaron haber pasado un día estupendo y fecundo. El domingo 12 de marzo en la misa de la mañana, algunos de nuestros jóvenes dieron testimonio de la actividad a los padres y a los niños que van a hacer este año la primera Comunión.
Queremos que toda la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José y sus fraternos sepan que en Lepe trabajamos haciendo el bien, con sencillez, desde los jóvenes.

Tenemos un logo de grupo que significa Grupo Joven dos Teresas (GJTT)

Concluimos este espacio con una fotografía del grupo, y orando, tomados de las manos, el Padre nuestro y dándonos un abrazo de paz.
Fraterna: María Victoria Galloso Camacho
Monitores: Belén Benítez Cabanillas
Natalia González Suárez
Pepe Muriel Romano
Pepi Santana AguadedLepe-Huelva-España

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