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Hermanas Carmelitas Teresas de San José


MISIóN SEMANA SANTA 2019 EN CHICAGUA ALTO

La misión de Semana Santa en la vereda Chicagua Alto de Arboledas (Norte de Santander-Colombia) fue una experiencia muy significativa para mí, ya que desde el primer momento me integré con mis compañeras: Saray Juliana Pérez Roa, Gloria Esperanza Escalante Riveros, Michel Milagros Peña Arciniegas, zulianasy hermanas acompañantes: Dioselina Tabares y María Guadalupe Casas. El recibimiento fue muy bonito, ya que la gente del lugar fue muy servicial y acogedora con nosotras. Siempre estuvieron muy pendientes por si algo nos hacía falta o en que nos podían ayudar.
La misión la realizamos del 14 al 21 de abril. Estuvo animada por las dos Hermanas y las cuatro Jóvenes, mencionadas anteriormente. Desde la Parroquia de Arboledas fuimos enviadas a la vereda Chicagua Alto, con el compromiso de animar las pascuas infantil, juvenil y de adultos, así como presidir las celebraciones centrales de los días santos. La mayor enseñanza: “el gran amor de Dios para con todos y el amarnos los unos a los otros como nos amó Dios”.
La organización de los días de misión, con momentos de oración, visitas, catequesis, animación de las celebraciones principales del triduo pascual, fue sumamente impactante para mí. Describo algunos de estos momentos.
El tener que caminar tanto para ir a visitar a diferentes familias, donde se encontraban enfermos, abuelos, discapacitados fue muy bonito, gracias a que en cada acto que realizábamos y explicábamos, veíamos una hermosa sonrisa, cargada de energía y de fe para seguir adelante y nunca rendirse.
El poder darle catequesis a niños, jóvenes y adultos fue muy valioso, tanto para ellos como para nosotras, pues estábamos preparando y dando indicios sobre lo que iba a acontecer el jueves, viernes y sábado santo.
Para mí fue muy significativo el Jueves Santo, más que todos los otros días, ya que ese día se hizo una obra de caridad con todos los jóvenes y la hermana Guadalupe Casas: visitar a una señora que vive sola, esta postrada en cama, y no puede hacer nada. Aseamos el lugar, a ella misma y a todo su alrededor, le pusimos música y le hicimos el almuerzo. La cara de felicidad de ella fue nuestro mejor regalo.
Por la tarde participamos en la celebración de la Última Cena, escuchamos el relato del mandamiento del amor y oramos ante el Santo monumento. Comprobamos la disposición de la gente para orar con fe en la capilla y de noche, pudimos orar hasta las 10 p.m. En ese tiempo de oración sentí a Jesús dándome fuerza y diciéndome que siga y que nunca me rinda. Fue muy emotivo pensar en todos, no solo en mí. Fue una experiencia de oración única que jamás había tenido.
El Viernes Santo fue muy impactante cuando don Luis Eduardo quiso hacer de Jesús en el viacrucis, se colocó una corona de espinas. Yo personifiqué a María y a la Verónica. Cuándo él hizo la actuación de caer fue muy real y se sentía como esa angustia por dentro, cargó una cruz muy pesada durante todo el recorrido. Estar a los pies de lo que vivió Jesús fue algo realmente de mucha fe, valentía y emoción al mismo tiempo.
El Sábado Santo por la tarde-noche se realizó la fogata de la que se prendió el cirio pascual. Luego en la capilla seguimos las reflexiones propias de la Vigilia Pascual, y nos dispusimos a ser testigos de la resurrección de Jesús. Terminamos esta significativa celebración, compartiendo con los asistentes, lo que ellos mismos habían llevado para este momento.
La asistencia de la gente fue masiva, con mucho interés y participativa.
Al concluir la misión, nos sorprendieron los Agentes de Pastoral de la Vereda con una cena de despedida. Se notaba cariño, entusiasmo y agradecimiento por todo lo que pudimos compartir con ellos, ya que nunca habían tenido una experiencia tan hermosa en Semana Santa, ni yo tampoco.
Esta Semana Santa es única e inolvidable para mí, no había vivido una igual y nunca la volveré a tener así de especial. Estar en misión es tener disposición, cariño y ganas de enseñar como también de aprender. Siento que les deje algo de mi, desde que llegue hasta que me fui. Algo que nunca había hecho fue el lavatorio de los pies (el servicio), a muchas personas les daba pena pero igual se los dejaban lavar, sin importar como estuvieran, ya que Jesús no exigió como tener los pies para podérselos lavar a sus discípulos. Algunos de los que participaron en el lavatorio de los pies acrecentaron su actitud de servir y no de ser servidos, como lo dijo hizo Jesús.
Tanto las Hermanas como las Jóvenes, que participamos en la Misión de Semana Santa en Chicagua Alto, podemos afirmar que la experiencia fue positiva y que al compartir la fe recibida con otros creyentes nos enriquecemos mutuamente, y más en estos ambientes sencillos, acogedores y deseosos de aprender y de ser.Karen Juliana Díaz Espinosa

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ENCUENTRO DE HERMANAS CARMELITAS TERESAS DE SAN JOSÉ ENTRE 20 Y 31 AÑOS DE VIDA CONSAGRADA

Del 10 al 12 de mayo de 2019, se realizó en la Provincia Nuestra Señora de la Altagracia el encuentro de Hermanas entre 20 y 31 años de Vida Consagrada, en la casa de descanso Villa “Las Teresas” de Guayacanes, San Pedro de Macorís.
El lema elegido por el Equipo de Formación iba en consonancia con el lema de pastoral de la Congregación de este año “Atrévete a ser luz”, con el propósito de fortalecer la identidad carismática desde el proceso de revitalización en que nos encontramos inmersas, para ser luz en medio de las realidades cotidianas.
Todo se desenvolvió en un clima de alegría, fraternidad, oración, compartir, y la chispa de grupo que nos caracteriza, ya que casi todas coincidimos en el Noviciado y nos divertimos recordando: anécdotas, hermanas, canciones, que nos han acompañado en el proceso.
El sábado en la mañana nos acompañó la Hna. Clara Tejeda, Religiosa Apostolina, quien compartió en esta línea, utilizando como recurso el videometraje “La luna” y desde aquí fue compartiendo ideas fundamentales, como:

La apertura a lo nuevo expande luz.
Siempre hay algo que descubrir.
Cuál es nuestra realidad?
Somos mujeres heridas y las heridas trabajan desde la clandestinidad.
¿Por qué cuidar la interioridad?
La unificación de la persona, para encontrar un lugar en el centro interior.
Dios me busca, rodea y cuida. Entre otras…

Compartimos y dialogamos cómo nos vamos haciendo al lado de otros y después nos vamos quedando con lo esencial, aportando cada una lo propio en el proceso de crecimiento. Concluimos afirmando que hay que seguir creciendo y avanzando, y sobre todo AHONDANDO EN LA PROPIA INTERIORIDAD, lugar habitado por la Presencia fiel de Dios.
Disfrutamos de una tarde de retiro, adoración al Santísimo y la Eucaristía dominical en la Iglesia de Guayacanes; donde nos sorprendió una comunidad viva y acogedora, el sacerdote invitó al final a presentarnos como congregación y aprovechamos para motivar la vocación a la vida consagrada y sacerdotal en el marco de la celebración de la Jornada de oración por la vocaciones, en el domingo del Buen Pastor.
Al final de la Jornada se realizó una dinámica interesante donde cada hermana compartió en sencillez lo que estamos viviendo desde nuestro ser de mujeres consagradas y pudimos escucharnos unas a otras, constatando búsquedas, aspiraciones, maduración, cambios y deseos profundos. Transcribo con algunas palabras el resumen de cómo nos sentimos las hermanas de esta etapa: Agradecidas, confiadas, serenas, identificadas con la congregación, disponibles, con deseos de seguir aportado en la construcción de la Comunidad, responsables. Con retos y miedos, y a la vez convencidas de que Dios va obrando en nosotras, ya que en Él hemos confiado nuestras vidas.
Es importante destacar un elemento innovador y fue la presencia a tiempo completo en el encuentro de la Sra. Maritza Arias, representante de las Fraternidades en el Equipo de Formación, esto nos hace dar pequeños pasos que nos van confirmando en la opción de la Congregación, de crecer junto a los laicos en la vivencia del carisma, resultando interesante e innovador su aporte, colaboración y sentido de pertenencia e identidad desde su ser laical.
Agradecemos al Equipo de Formación de la Provincia, a las hermanas de las Comunidades y Fraternidades por aportar en nuestra formación, ya que el conjunto de relaciones cercanas, la vida comunitaria, el acompañamiento y la fraternidad nos construyen cada día y nos hacen SER “Una Carmelita Teresa de San José, con una fuerte experiencia de Dios, que impulsa toda su vida hasta tener a Cristo como valor absoluto de la existencia. (Cfr. C 8)Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj

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FELIZ DíA DEL BUEN PASTOR

En la fiesta de nuestro Buen Pastor: Jesús, el Hijo de Dios, la Palabra hecha carne, damos gracias por todas nuestras Hermanas Carmelitas Teresas de San José que ejercen el servicio de animación y gobierno a nivel General, Provincial, Delegado y Local. Que el Señor con su luz continúe guiando la misión que les ha sido confiada y le pedimos que toda su acción tienda a la construcción de la unidad y la comunión del cuerpo congregacional.Muchas bendiciones para todas!Hna. María del Socorro, ctsjSecretaria General

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¿QUé ES RESUCITAR HOY?

¿Qué has visto de camino, María en la mañana?
A mi señor glorioso, la tumba abandonada,
Los ángeles testigos, sudarios y mortajas.
¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!

A propósito de la Semana Santa que acabamos de celebrar y de este tiempo de pascua de Resurrección de Jesús, nos preguntamos qué es resucitar realmente y qué implica esto para nosotras desde lo que somos y hacemos.
Después de haber concluido la experiencia de pre-pascua con los jóvenes de Reus, Tarragona y Lepe, las Hermanas María Irene, María Ángeles Domínguez, Ana Rita Lafayette y Ariela Ciprián junto con dos jóvenes del Hogar Teresa de Jesús de Santa Marta, Salamanca, David y Borja, nos dirigimos el miércoles, en la tarde a la comunidad de San Martín del Castañar para acompañar las comunidades cercanas de Las Casa del Conde, Morragáz y Cereceda, en los días del Triduo Pascual.
A nuestra llegada a San Martín experimentamos la acogida y cercanía de la gente, sobretodo, de don Fernando y Santi, quienes ya nos tenían la casa preparada y hasta la calefacción puesta, una manera de hacernos sentir en casa. Al día siguiente, jueves, nos fuimos a la Peña de Francia para presentarnos y dejarnos acompañar por la Madre, la Virgen de la Peña. Una bonita manera de empezar nuestra misión. Porque acompañar y dejarnos acompañar por la Madre María es la mejor manera a su llegar a su Hijo Jesús.
La aventura apenas empezaba. Contamos con la realidad de que el sacerdote, un peruano, Oblato de San José, que acompañaba estas localidades apenas tenía un mes yendo. Y no conocía bien las comunidades ni las realidades, pero tenía muchos deseos de trabajar con la gente y llegar a todos los lugares. A las cinco de la tarde nos distribuimos en dos grupos para poder acompañar a la residencia de ancianos del pueblo de la Alberca y las demás comunidades en la celebración propia de jueves Santo. Y así lo hicimos durante los demás días, viernes y sábado.
La inestabilidad del tiempo hacía que la gente viviera incertidumbres, pues era un dolor para las personas de algunas comunidades, el no poder sacar los santos para las procesiones. Gracias a Dios, el viernes, algunos momentos las lluvias cesaron y pudimos realizar el viacrucis en San Martín, Las Casas del Conde y Cereceda.
El sábado fue un día más cálido, de silencio, sol y contemplación. La gente estaba convocada para salir a caminar y juntarnos con otras comunidades de las Casas del Conde, pero la gente no apareció y nos fuimos nosotros. La experiencia de hacer senderismo también nos permitió encontrarnos con el silencio de Dios. Dios que callaba ante la muerte de su Hijo en la cruz pero que, al mismo tiempo, nos hablaba a través de toda la naturaleza. Esto nos preparaba para vivir la experiencia de encontrarnos con la tumba vacía y a Jesús resucitado en la noche de pascua que ya se avecinaba.
Partiendo de esto, hoy podemos decir que, resucitar es acompañar cada uno de esos pueblos, que esperan la llegada de las Hermanas para pasar una semana santa bien acompañada.
Resucitar hoy, es ver los rostros sonrientes de cada uno de los ancianos de la residencia de mayores de la Alberca, felices porque casi todos, han participado del lavatorio de los pies. Y han podido cantar acompañados por las jóvenes de la guitarra.
Resucitar hoy, es reconocer a Jesús en cada una de las señoras mayores de la comunidad de Morragaz y San Martín, que aun con tantas lluvias se atrevieron a permanecer en la Iglesia haciendo la Hora Santa con nosotras. Porque Jesús había decidido primero permanecer con nosotras en el sacramento del Altar.
Resucitar hoy, es disfrutar del cariño con que don Fernando y su familia preparan cada año, un rico chocolate con galletas para brindar después de la vigilia pascual y así celebrar la gran Pascua del Señor.
Resucitar hoy, es contemplar y ser partícipe de la alegría de un abuelo y su nieto tocando el tambor y la flauta en el templo y, luego, por toda la plaza y las señoras bailar sardanas porque había llegado la gran noche de la resurrección.
Resucitar es saber que con nuestra vida hacemos presente a Jesús. Que al acercarnos con pies descalzos a la vida de aquellas personas sencillas portamos alegría, cercanía, felicidad y muchos deseos de seguir extendiendo el Reino. Sobre todo, en las comunidades donde el sacerdote no alcanza llegar, pero donde la gente cuenta con nuestra presencia para presidir las celebraciones y, eso, es una experiencia de resurrección.
Esto implica desmontarnos y desinstalarnos de todo, salir de las rutinas y ponernos las botas del campo y abrigos de frío y empezar a caminar con la gente en la ruta de la vida. Pero de una vida que huele, siente y transmite la resurrección del Señor.Hna. Ariela Ciprián Blanco, ctsj

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PRIMERA EXPERIENCIA DE MISIóN PASCUAL EN KETESSO, COSTA DE MARFIL

Por primera vez en Costa de Marfil celebramos esta Pascua 2019 en un village (campo) llamado KETESSO al sureste del país desde el miércoles santo 17 de abril hasta el domingo 21 de abril, Pascua del Señor.
Fuimos invitadas por los sacerdotes diocesanos WOGNIN Alexandre (párroco) y KOFFI Jean Marie (vicario) los cuales dirigen la parroquia Saint Gaspard Bertoni y dos capillas en Soubré a 8 km y Appoiasso a 10 km.
Después de 4 o 5 horas de camino llegamos y fuimos acogidas de manera afectuosa por la gente de allí que ya nos esperaban.
Fuimos 4 hermanas: Aba Rose, Johanny, Léonie y Alma con 5 jóvenes que escogimos del grupo vocacional: Eunice, Ocean, Grace y Monique y la mamá de una de ellas que quiso acompañarnos. Para dormir fuimos asignadas en dos casas de familias y la casa parroquial así que nos repartimos equitativamente hermanas y jóvenes en los tres lugares. Al atardecer del miércoles, con los jóvenes de la parroquia vimos la película de La Pasión de Mel Gilson.
El jueves santo, día del sacerdote, la comunidad envió el almuerzo a los padres y otros sacerdotes y miembros del consejo parroquial se agregaron para compartir el mismo. En la tarde a partir de las 16:30 p.m. nos dividimos en dos grupos para acompañar a los padres y ser presencia en las dos capillas en la celebración del día. A las 19:00 llegamos de las capillas a la celebración parroquial. Para el lavatorio de los pies invitaron a las hermanas Alma y Johanny para agregarse al grupo de seis hombres y cuatro mujeres escogidos para dicho gesto. En la noche nos quedamos un rato para la adoración al Santísimo Sacramento.
El viernes santo después de la liturgia de la mañana las jóvenes hicieron reflexión personal y 3 hermanas reunieron los niños y niñas del lugar para ver la vida de Jesús en dibujos animados. Luego de un breve comentario colorearon una imagen infantil de Jesús resucitado y se les brindó caramelos. En la tarde a las 14:00 horas participamos en el viacrucis en vivo de la parroquia hecho por los jóvenes y a continuación los oficios del viernes santo.
En la mañana del sábado las jóvenes hicieron un pequeño retiro frente a la cruz desnuda de Jesús y acompañando a María en su silencio. En la tarde volvimos a las capillas con los padres para la celebración de la Vigilia Pascual y nos encontramos todos juntos a las 21:00 en la parroquia para la Gran Vigilia Pascual la cual finalizó alrededor de las 2:00 de la madrugada.
El domingo después de la eucaristía nos preparamos para el camino de regreso a casa. Este día la gente se acercó a agradecer y nos trajeron frutos y víveres. Los padres y la comunidad nos hicieron el regalo de un cordero vivo en agradecimiento. En definitiva, la experiencia fue transformante. Allí, en esta misión, los sacerdotes ciertamente arriesgan mucho en medio del bosque, expuestos a muchas situaciones, pero son un testimonio de alegría, acogida y entrega a la gente.Hna. Alma Lidia Rodríguez Zorrilla, ctsj

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FALLECIó HNA. MONTSERRAT GRANELL SOLé

En la mañana de hoy, 06 de abril de 2019, falleció en la Comunidad de la Casa Madre, Barcelona, la Hna. Montserrat Granell Solé, a los 84 años de edad y 59 de vida religiosa.
Inició la vida religiosa en la Casa Noviciado de Barcelona, el 06 de octubre de 1958. Emitió sus primeros votos el 06 de octubre de 1960 y profesó perpetuamente 06 de octubre 1965.Toda su vida religiosa y misionera la desarrollo en las comunidades de España, especialmente en Cataluña.
La misa se celebrará el 07 de abril, a las 11 horas, en la Capilla de la Casa Madre-Barcelona e inmediatamente después será el entierro. Celebremos la Pascua de nuestra querida hermana Montserrat, demos gracias por su vida entregada al servicio de Dios y los hermanos, en los lugares donde anunció su reino de paz , justicia y bondad. Y le pedimos a Él, que le muestre la belleza infinita de su rostro.
Nos unimos en oración de manera especial a la Comunidad de la Casa Madre donde vivió los dos últimos años, a sus familiares y amigos para que encuentren consuelo y esperanza en Jesús que es la resurrección y la vida.Fraternalmente,Hna. María del Socorro Henao Velásquez, ctsjSecretaria General.

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JORNADA DE REFLEXIóN: “MISIóN COMPARTIDA” MIRANDO EL FUTURO

El pasado sábado 23 de marzo en el colegio marianista “Sta. María del Pilar” de Madrid, fuimos convocados por la CONFER todos los responsables y/o delegados directos de la Misión Compartida y del Laicado de los Institutos Religiosos. De las Carmelitas Teresas de San José, asistimos por parte del equipo de titularidad, la hermana Merche Trigo y la laica Mª Ángeles García. Por parte de la Fraternidad Carmelitana la hermana Mª Lourdes Marco, la hermana Eulalia Bosom y un servidor. En total nos reunimos 74 personas entre religiosas/os y laicos/as, que representaban a 57 Institutos Religiosos.

Los objetivos eran compartir la reflexión realizada por la CONFER sobre la Misión Compartida, reflexionar sobre unos presupuestos básicos y un lenguaje común en torno a la Misión Compartida, conocer la realidad de la Misión Compartida en los Institutos Religiosos que tienen un recorrido y establecer los principales retos de futuro para trabajar tanto en la CONFER como en los Institutos.

La mañana comenzó a las 9:15 con una oración y la presentación de la jornada. A continuación, comenzó una apretada mañana en la que trabajamos sobre los pilares básicos del camino recorrido, del que destaco lo siguiente:

TODOS, hermanas y laicos/as, estamos llamados a compartir la vida desde una exigencia y entrega al amor. A vivir la vocación, que es la relación de Dios con cada ser humano. Que de la misma manera que compartimos una vocación compartimos también la responsabilidad de la misión. La misión nace del don gratuito de la vocación. Que cada uno es una misión. Tú eres una misión, y yo soy una misión. La misión tenemos que vivirla como como un compromiso, una llamada de Cristo, una tarea confiada a la Iglesia, compartiendo con los otros componentes de la familia los rasgos propios de la espiritualidad. Este nuevo sistema de eclesiología de comunión nos lleva a pasar de lo jerárquico a lo comunitario, de la pirámide al círculo, de la separación al encuentro. Y de esa unión viene lo especifico, no lo exclusivo. “Unión sin confusión”. En la Iglesia lo que es propio no es exclusivo. Que la comunión se consigue a partir de la diversidad y no de la uniformidad. Lo que es diferente, no separa, sino que distingue y enriquece al conjunto.

Religiosas/os y laicos/as tenemos muchas cosas en común: El seguimiento a Jesús y la referencia al Reino. El modo de existencia cristiano. Todos partimos del mismo Carisma, del amor de Dios, en igualdad de dignidad, deberes y derechos y participamos activamente de la misión de la Iglesia. Pero también tenemos que identificar las diferencias entre religiosas/os y laicos/as: La profesión de la/el religiosa/o y el compromiso de los laicos/as. Las llamadas también son diferentes. Una consagración específica sitúa a la/el religiosa/o de una manera determinada (Votos-Vida Común). El laicado se vive desde la secularización, en los asuntos temporales. La misión es común, pero los ministerios diferentes.

Pero no podemos hablar de Misión Compartida si no compartimos Carisma. El Carisma no es de un Instituto, es un don que el Espíritu da a la Iglesia para el mundo por intermedio de una o más personas y transmitido por el grupo heredero de los mismos. Es decir, todo carisma congregacional pertenece a la Iglesia. El Carisma es el elemento unificador, el puente que permite el encuentro, la raíz de nuestras relaciones. A los laicos nos da identidad espiritual. Compartir el Carisma implica la comunión entre los que lo comparten. La corresponsabilidad en la misión. Discernir juntos. Formarnos juntos, no por separado con una formación adecuada y específica. Una formación que desarrolle la Misión Compartida en la identidad del Carisma, en el sentido de pertenencia a la Familia Carismática, para que todos entendamos laicos/as y religiosas/os nuestras vidas en clave eclesial.

Sobre la una y media celebramos la Eucaristía. Tras la comida, continuamos analizamos en pequeños grupos todo el contenido de la mañana y después hicimos una puesta en común para sacar unas líneas de acción y las conclusiones. Pasadas las seis y media de la tarde nos despedíamos con la sensación de haber vivido un día muy intenso y de tener ante nosotros un horizonte lleno de esperanzas.

Todo este proceso es largo y estamos dando pasos, unos más adelantados, otros menos, pero sabemos que ése es el camino que nos marca el Espíritu hoy en la Iglesia.

Conscientes de las dificultades avanzamos con la confianza plena en el Espíritu. Él sabrá llevarnos por los caminos adecuados para que nuestro mundo tenga vida y vida en abundancia: la vida de Jesucristo, el Señor.

Manolo Ponce
Fraternidad Carmelitana Anawin. Lepe

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“EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTRAS Y ESTAMOS ALEGRES”

La celebración de las Bodas de Oro de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José, casa Noviciado San José Medellín, nos ha permitido hacer memoria agradecida de la ternura y amor de Dios en la vida de las Hijas de Teresa Toda y Teresa Guasch a lo largo de estos 50 años de vida, de entrega y servicio en tierras antioqueñas, “tierras que manan leche y miel” como diría el salmista. Pueblo de labradores, de gente trabajadora, semillero de vocaciones, de mujeres integras, apasionadas por Jesús y su Evangelio, que constituyen una riqueza para la Iglesia, como también para nuestra Familia Religiosa.
La presencia de las Carmelitas Tersas de San José se ha hecho visible hoy, 16 de marzo de 2019, con fuerza y esplendor, como lo fuera en aquel tiempo providencial de la llegada alegre, sencilla, humilde, de la primera comunidad de Hermanas a Medellín: Isabel Fuertes, Rosalía González y Jacinta Martínez, tres religiosas entregadas, valientes y disponibles para asumir la misión Educativa, Formativa y Pastoral y así poner en marcha la casa Noviciado San José. Como ellas, las Carmelitas Teresas de San José, que viven o han pasado por el Noviciado San José, han dejado huella imborrable con su vida entregada e incondicional, siempre al servicio de los más necesitados.
Hoy como ayer, hemos sentido la cercanía, la felicidad, el agradecimiento de este pueblo hermano, creyente, amante de la vida, que se ha volcado con cariño e inmenso gozo, manifestando su felicidad, valoración y gratitud por la presencia, el testimonio de fe y de vida de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José. Este pueblo nos sigue acogiendo, ayudando, queriendo con alma y corazón.
Destacamos la presencia siempre alegre, responsable, el amor, el servicio, la entrega y cercanía de toda nuestra Congregación a través de la oración, las felicitaciones, resaltamos el saludo fraterno y festivo de la Superiora General, Hna. María Rosa Bernardo, los comunicados recibidos de muchas de nuestras comunidades, como también la presencia alegre, festiva, servicial, atenta, delicada de muchas de las hermanas de Colombia y Hna. Sandra Flores de Chile, que superando obstáculos e incomodidades celebraron con nosotras este gran acontecimiento siendo signo de comunión.
La experiencia viva de Fe, el sentir la oración de tantas personas allegadas a la comunidad. El sentido eclesial con la participación de todas las Familias Religiosas del sector de Prado, la presencia de Sacerdotes amigos de la Comunidad, Padres: Federico Carrasquilla, Milton Moulthon, OCD entre otros; amigos, familiares y bienhechores de la comunidad… todo, absolutamente todo nos ha permitido sentirnos renovadas, alegres, impulsadas, por la fuerza del Espíritu a revitalizar nuestra vida como mujeres consagradas, valientes y decididas por Jesús y su Reino, a vivir y consolidar el carisma congregacional entre las Hermanas y con quienes compartimos la misión, al estilo de nuestras venerables Madres Teresa Toda y Teresa Guasch.
En dos celebraciones especiales conmemoramos los “50 años de presencia en Medellín”: las vísperas del 2 de marzo. Y Eucaristía de acción de gracias del 16 de marzo.
Nuestra gratitud a toda la Congregación, a cada hermana Carmelita Teresa de San José, por las muestras de cercanía y comunión, al acompañarnos en tan significativo acontecimiento comunitario. ¡GRACIAS SEAN DADAS A DIOS!

En nombre de la Comunidad Noviciado San José,Hna. Gladys Betty López Díaz, ctsj

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