Intención de oración del Papa Francisco para el mes de Junio:
Por la evangelización: Por los sacerdotes, para que con la sobriedad y la humildad de su vida, se esfuercen en una activa solidaridad hacia los más pobres.
Intención de oración del Papa Francisco para el mes de Junio:
Por la evangelización: Por los sacerdotes, para que con la sobriedad y la humildad de su vida, se esfuercen en una activa solidaridad hacia los más pobres.
El domingo 2 de junio 2019, fiesta de la Ascensión del Señor la diócesis de Holguin – Las Tunas se vistió de gala por la celebración del 40 aniversario de fundación de esta diócesis por la bula papal del 8 de enero 1979, a los 80 días de la elección de Juan Pablo II, siendo primer obispo Monseñor Héctor Peña, iniciando su andadura el día de la Ascensión del Señor en el año 1979.
Todo este año conmemorativo se escogió el lema Caminemos a luz del Señor en alusión al texto del profeta Isaías, que invita a la esperanza, de forjar de las espadas arados y de las lanzas podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestraran para la guerra. Casa de Jacob ven Caminemos a luz del Señor.
Según expreso Monseñor Emilio Aranguren actual obispo, en la misa de acción de gracias en la Iglesia Catedral San Isidoro de Holguín, los inicios fueron difíciles, sin recursos, ni medios, una Iglesia reprimida, con pocos miembros, con casi todos los templos cerrados, pocos sacerdotes, el obispo contaba sólo con tres religiosas Misioneras de la Inmaculada Concepción (MIC), tres Oblatas y una hermana Social. Una Iglesia frágil, desarraigada, perseguida, con los estragos del régimen que se había instaurado. A pesar de todo, Dios ha sido fiel y nunca le falla a su pueblo.
También hizo memoria agradecida del caminar en estos 40 años, dando gracias a Dios que nos ha bendecido con la fuerza del Espíritu, con vocaciones nativas, misioneros, congregaciones religiosas que han venido a compartir su carisma. En este proceso hemos tenido tres visitas de Papales, la primera del Papa Juan Pablo II en 1998, el Papa Benedicto XVI en el 2012 y enero del 2015 el Papa Francisco.
Hacemos memoria y sonreímos, también pedimos perdón a nuestro Dios rico en Misericordia y renovamos nuestra vocación discipular y misionera, que invita a mirar y proyectarnos al 2029 y a preguntarnos ¿cómo será nuestra iglesia cuando celebremos los 50 años? ¿Qué hicimos y qué dejamos de hacer para que hoy seamos lo que somos o seremos? Somos responsables de todo esto ¡ánimo y vayan adelante! Hoy tenemos una tarea que llevar adelante ¡manos a la obra!
En todo esto tenemos una tarea y es mirar los rostros, valorar la vida y escuchar a los que 40 años atrás fundaron esta diócesis y ante cada uno de ellos tener un gesto de reverencia y gratitud, ellos también nos dicen ¡manos a la obra!
Terminamos con una gala artística preparada por las parroquias en la Iglesia San José, siendo un espacio de alegría, folclor y expresión del arte cubano a través de la música, el canto y la actuación.
Agradecemos a nuestra madre la Virgen de la Caridad, que ha ido caminado con nosotros y es la que nos muestra a su Hijo y lleva al pueblo cubano a buscarla y tenerla como la madre.
Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj
Las comunidades Fraternas de AIN KAREM y de AGAR, de la Provincia Nuestra Señora del Carmen en Chile El Melón, representadas por sus asesoras de dichas comunidades, participamos el día 11 de mayo del presente año en el Encuentro Nacional de Religiosos y Lacios, organizado por la Conferencia de Religiosos de Chile (CONFERRE). Evento que se viene realizando, desde hace unos años y que se celebra dos veces en el año.
Las Comunidades Fraternas de la FRATERNIDAD CARMELITANA, AIN KAREM y AGAR, participan por tercer año consecutivos en dichos Encuentros. Experiencia muy enriquecedora, porque nos ayuda a complementar la formación que se va llevando en la Fraternidad Carmelitana y nos hace tomar conciencia del proceso tan interesante y urgente que se va dando en la Iglesia, en cuanto a compartir los Carismas Fundacionales con los laicos.
Asisten a estos Encuentros Nacionales alrededor de 30 Congregaciones Religiosas, que han iniciado un trabajo intenso con los lacios desde hace ya varios años, hecho que hace que el compartir sea muy iluminador, para quienes vamos recién haciendo camino al respecto. Todo esto nos ayuda a tomar conciencia, de que la Iglesia nos urge a las Congregaciones, a Compartir el carisma con los laicos, porque el regalo del Carisma es de la Iglesia y para la Iglesia, como nos lo recuerda insistentemente el Papa Francisco.
Para el Encuentro del día 11 de mayo, se nos pidió llevar preparado, una presentación del carisma de la Congregación a la cual pertenecemos. Esta presentación debía dar cuenta de lo específico de cada Carisma, el cómo volver a reencantar el Carisma para compartirlo con los laicos, el cómo nos vamos vinculando como Familia carismática y el cómo puede aportar el Carisma de cada Congregación al presente y futuro de la Iglesia. La puesta en común de este trabajo nos ayudó a valorar lo que tenemos, el proceso que la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José, va haciendo al respecto y a comprender que la diversidad de carismas es realmente la riqueza con la cual cuenta la Iglesia, para renovar su fidelidad a Jesús, y devolverle un rostro nuevo a la Iglesia.
Les comparto con alegría la experiencia compartida por Teresa Jerez (Coordinadora de AGAR) y Lisette Gutiérrez (Coordinadora de AIN KAREM);
Cada Encuentro de Laicos y Religiosos en CONFERRE, ha significado una experiencia valiosa para mí. Me ha marcado mucho la idea de que los Carismas pertenecen a toda la Iglesia; es decir a todos nosotros. Es Dios quien actúa en cada Fundadora/or, para construir su Reino. Dios está iluminando el camino de los laicos para trabajar mano a mano con los religiosos, de manera especial en esta Iglesia Chilena, tan herida por el pecado y la infidelidad de muchos de sus seguidores consagrados. Nosotros tenemos que ser luz, agua viva, testigos y profetas. Tenemos que ser instrumentos de lectura del Carisma de las Madres Fundadoras. Como ex Carmelita Teresa de San José, llevo el carisma de la Congregación dentro de mí y siento que vamos haciendo camino, para un compromiso real como cristianos católicos. Teresa Jerez Coordinadora de AGAR.
Agradezco a las Hermanas de la comunidad de El Melón, que se han fiado de mí y me han solicitado coordinar la Fraternidad AIN KAREM. Gracias a ello he tenido la oportunidad en participar en los Encuentros de Laicos y religiosos que organiza CONFERRE cada año. Encuentros que me han ayudado a tomar conciencia y a comprometerme más con la formación que estamos realizando en la Comunidad Fraterna AIN KAREM. Cada encuentro me deja el desafío de profundizar el que más allá del Carisma y el objetivo formativo de la Fraternidad Carmelitana, no debemos perder de vista que la Iglesia la construimos todos/as, con las diferentes miradas y enfoques, pero somos un solo cuerpo. Me ayuda a reconocer que la formación como laicos es fundamental, porque es esa formación lo que me permite ser digno ejemplo de los valores que la congregación me entrega, para vivir mi compromiso bautismal, siguiendo el camino que nos muestran las Madres Fundadoras Teresa Toda y Teresa Guasch.
Finalmente les comparto que, a mi lado en mi mesa de trabajo de este último Encuentro, estaba la Hermana María Cruz Bermejo (Josefina), española, quien con mucho cariño me refiere la atención que recibió hace algunos años, en el Seminario de Burgos, por hermanas de la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José. Se mostró muy agradecida de la hospitalidad de las hermanas y de su generosidad durante su asistencia. Señala que siempre recuerda la amabilidad y cariño que le brindaron. Me sentí orgullosa de estar haciendo camino con la congregación. Lisette Gutiérrez Coordinadora de AIN KAREM.
En lo personal y a través de este valioso medio, agradezco la participación en el primer Encuentro de Fraternidad Carmelitana, celebrado en Colombia, estoy contenta, esperanzada y agradecida, de que, como Congregación, no nos quedemos atrás en este hermoso desafío que la Iglesia nos presenta; Compartir nuestro Carisma fundacional con los laicos que lo deseen hacer por vocación.
Hna. Gloria Ximena Bugueño Aracena, ctsj.
Encargada de Fraternidad Carmelitana en Chile.
Convivencia Vocacional
Comunidad de San Luis Potosí, México
El domingo 26 de mayo, recibimos en nuestra casa a 15 jóvenes y algunas adolescente y niñas de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, todas ellas pertenecen a las comunidades dónde las hermanas realizamos nuestra misión de Semana Santa el mes pasado. También participaron dos jóvenes conocidas, una de ellas que está siendo acompañada por la Hna. Rosa Nelly y una de nuestras alumnas de primer grado de secundaria.
Fue una mañana muy linda, ya que las jóvenes llegaron puntuales y con mucho entusiasmo en compañía de algunas personas adultas de sus comunidades. El encuentro se realizó con el objetivo de introducir a las jóvenes en el conocimiento de la Vocación, para que si lo desean puedan continuar un acompañamiento más de cerca en nuestra comunidad.
La Bienvenida e introducción estuvo a cargo de la Hna. Rosa Nelly Pérez, después la Hna. Beatriz de Santiago realizó unas dinámicas de integración; y posteriormente se inició con la temática del día dividida en tres apartados: La Vocación a la vida como primer llamado, la Vocación cristiana y por último las distintas Vocaciones en la Iglesia. Todas las jóvenes estuvieron con mucha apertura y disposición, aun las que eran pequeñas participaron muy activamente. El encuentro concluyó con un espacio de oración y reflexión que motivó a las chicas para dar continuidad a esa búsqueda de la llamada de Dios en su vida.
Finalmente, compartimos la comida con ellas y algunos padres de familia que vinieron a recogerlas. También se llevaron el compromiso de invitar a más jóvenes a una velada de oración que realizaremos en Pentecostés en una de las comunidades de la mencionada Parroquia, los días 8 y 9 de junio.
Llamadas por Dios a amarlo, seguirlo y servirlo entre los más pequeños, nuestra comunidad continuará dando seguimiento a este proceso de acompañamiento a las jóvenes. Seguimos unidas en oración y contamos con la vuestra.
Hna. Patricia Gómez Ruiz, ctsj
El sábado, 18 de mayo de 2019, tuvo lugar, en Tequila – Jalisco, el 5° Encuentro Regional de la Fraternidad Carmelitana jalisciense de Guadalajara, Tala y Tequila.
La comunidad y los dos grupos de la Fraternidad Carmelitana nacidos en Tequila, nos recibieron con un sabroso desayuno. Enseguida vivimos una dinámica de integración muy divertida, que concluyó con una presentación preparada por un grupo de niñas, hijas de los fraternos, que nos deleitaron con un sencillo baile, preparado por ellas, con el fondo musical del himno del Centenario de la Pascua de la Madre Teresa Guasch.
Tras un espacio de oración, se nos presentó una interesante reflexión titulada Compartir Carisma y Misión – Familia Carismática de Teresa Toda y Teresa Guasch, que nos aportó mucha luz sobre la misión y el compromiso que tenemos, como laicos que deseamos vivir nuestra vocación al Seguimiento de Jesús, al estilo de las dos Teresas.
Otro momento importante fue la presentación por grupos del contenido del primer años – dos grupos, y del séptimo, – tres grupos-, del proyecto QUE TODOS SEAN UNO COMO NOSOTROS.
A continuación, celebramos la Eucaristía, en la que un grupo de hermanos renovamos nuestra promesa y dos la hicieron por primera vez.
Las Fraternidades de Tequila nos ofrecieron, después, una apetitosa comida, en la que no faltaron los famosos jarritos, con la bebida preparada, al estilo tradicional de la región.
Tras un tiempo de alegría compartida, cerramos en día con la evaluación, en la que fue muy notorio el deseo de todos, de seguir adelante en el proceso, como Familia Carismática de nuestras Madres Fundadoras Teresa Toda y Teresa Guasch, y en el crecimiento, en cada Fraternidad, a la luz del Carisma de nuestra Congregación.
Fue un hermoso día de formación y oración, agradable convivencia, e intercambio de las experiencias vividas en estos años del proceso, como Fraternidad Carmelitana, que concluimos dando gracias a Dios, que nos ha llamado al seguimiento de Jesús.
María del Carmen Ramírez de Vázquez
Fraternidad Caná de Galilea de Guadalajara – Jalisco
La Fraternidad Carmelitana de la región del Bajío -Ciudad de México, San Luis Potosí y Querétaro-, de Delegación Nuestra Señora de Guadalupe, vivió su 5° Encuentro regional el sábado 11 de mayo con la alegría de la Pascua de Nuestro Señor Resucitado, en la Casa Hogar de la Niña y la Joven en la Ciudad de Querétaro.
Fueron anfitrionas las dos comunidades que la Congregación tiene en Querétaro, y los cuatro grupos de Fraternidad Carmelitana que han nacido en torno a ellas. Desde nuestra llegada, nos brindaron una cálida acogida, y durante todo el encuentro se manifestaron muy generosas, con muchos detalles, una organización excepcional y esplendidas en la preparación de los alimentos. Todo ello hizo que nuestro encuentro se desarrollara en armonía, en un ambiente de comunión, y los momentos de integración y de esparcimiento motivaron a una grande y gozosa participación.
La oración nos ayudó a vivir un encuentro íntimo con Jesús que nos permitió experimentar su compañía y presencia. Fue un momento sencillo, de reflexión profunda, sobre el acompañamiento que Jesús nos ha regalado a través del tiempo, en el proceso que hemos vivido como Fraternidad y, a la vez, darnos cuenta de que, en la Fraternidad, cada uno de nosotros aportamos la luz de nuestros dones, para alimentar, fortalecer y consolidar, el itinerario que vamos viviendo en cada una de las comunidades a las que pertenecemos.
La presentación del Carisma de la Congregación, nos ubicó en el sentido de identidad y pertenencia a la Familia Carismática de las dos Teresas, y nos mostró la importancia de trabajar en nuestras debilidades y fortalecer nuestros dones, para el servicio de la comunidad. Y nos alentó a seguir preparándonos para acrecentar el Reino de Dios en la tierra.
En la evaluación del día, pudimos constatar la alegría con la que llevó a cabo el encuentro, así como la belleza de su contenido, invitándonos a ser propositivos y decididos en cada uno de nuestros ministerios, recordando que somos un instrumento del cual se vale Jesús para abrazar a la humanidad.
Ana Celia Castañeda Almanza
Fraternidad Getsemaní. Querétaro – México.
El 4 de mayo celebré mis Bodas de oro de Profesión Religiosa en la Comunidad de El Zulia, y en la Parroquia San Antonio de Padua, acompañada de algunas Hermanas Carmelitas Teresas de San José de la Provincia, de mi Familia, de las Fraternidades Carmelitanas Seder y Sarepta, de varios sacerdotes, amigos, profesores del colegio Marco Fidel Suarez y del pueblo zuliano. Todo un regalo de presencia y gratitud a tantos años de mi vida religiosa vividos en este pueblo.
Comparto, con cariño fraternal y con emoción, mi experiencia de estos 50 años de consagración en la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José.
Parece que fue ayer cuando las cinco Marías: María Consuelo, María del Carmen, Juana María, María Ascensión y María Eulalia emitíamos nuestra Primera Profesión el 1 de mayo de 1969 en Barcelona, en manos de la Superiora General, Hna. María de la Paz Bonet y con otras compañeras que se fueron quedando en el camino.
Las cinco hermanas hemos estado en diferentes lugares, tareas y responsabilidades, pero con la misma meta: Seguir a Jesús desde lo que somos, aprendiendo de Él, al estilo de Teresa Toda y Teresa Guasch, en nombre de la Congregación. Resalto algunas actitudes de vida de mis compañeras de grupo: Hna. Consuelo desde la oración, su vida sencilla y siempre disponible a servir. Hna. Carmen, cuántas veces habrás sumado, restado, dividido, pero sobre todo multiplicado tu capacidad de servicio para estar siempre a punto. Hna. Ascensión, tu vida sencilla, silenciosa y entregada dan testimonio de tu seguimiento a Jesús. Hna. Eulalia, has podido plasmar en el arte todo lo que hay en tu corazón, siempre con un tinte social. Y yo, Hna. Juana, la educación siempre ha sido mi debilidad, acompañando a niños jóvenes y adultos. Por todo esto: ¡gracias Señor!
Celebrar 50 años de consagrada me invita a mirar el pasado y el presente con gratitud por lo recibido y vivido, pero sobre todo me invita a mirar el futuro con fe y con la certeza de sentirme en las manos de Dios, como nos dice Timoteo en su segunda carta 1,12: Sé a quién me he entregado y que mi vida está en buenas manos. Puedo afirmar que han sido 50 años solo de amor de parte del Señor que nos ha acompañado, perdonado y sostenido.
Y ¿qué significa para mí celebrar los 50 años en El Zulia? Un regalo más del Señor por poder estar con un número significativo de personas que me expresaron su cariño y cercanía de diferentes maneras. La gente sencilla que me conoce desde hace muchas décadas y que ha caminado conmigo en las buenas y en las malas. Gracias Pueblo de El Zulia por ser parte de mi vida y ayudarme a crecer humana, espiritual y laboralmente.
Me han acompañado en este tiempo: Mi familia como pilar de apoyo durante toda mi vida por quien me siento muy querida. Cada Carmelita Teresa de San José que desde que tenía 10 años, me acogieron, acompañaron, formaron, valoraron y aceptaron tal como soy. Cada hermana sin protagonismos inútiles me ha ido enseñando a buscar lo fundamental a Jesús
Gracias, hermanas, por estar ahí siempre.Termino con las palabras del Obispo Pedro Casaldáliga que compartí con la gente que me acompañó en la eucaristía: Al final me dirán: ¿Has amado? Y yo no diré nada, presentaré mis manos vacías y el corazón lleno de nombres.
Hna. Juana Calderón Rangel, ctsj
La misión de Semana Santa en la vereda Chicagua Alto de Arboledas (Norte de Santander-Colombia) fue una experiencia muy significativa para mí, ya que desde el primer momento me integré con mis compañeras: Saray Juliana Pérez Roa, Gloria Esperanza Escalante Riveros, Michel Milagros Peña Arciniegas, zulianasy hermanas acompañantes: Dioselina Tabares y María Guadalupe Casas. El recibimiento fue muy bonito, ya que la gente del lugar fue muy servicial y acogedora con nosotras. Siempre estuvieron muy pendientes por si algo nos hacía falta o en que nos podían ayudar.
La misión la realizamos del 14 al 21 de abril. Estuvo animada por las dos Hermanas y las cuatro Jóvenes, mencionadas anteriormente. Desde la Parroquia de Arboledas fuimos enviadas a la vereda Chicagua Alto, con el compromiso de animar las pascuas infantil, juvenil y de adultos, así como presidir las celebraciones centrales de los días santos. La mayor enseñanza: el gran amor de Dios para con todos y el amarnos los unos a los otros como nos amó Dios.
La organización de los días de misión, con momentos de oración, visitas, catequesis, animación de las celebraciones principales del triduo pascual, fue sumamente impactante para mí. Describo algunos de estos momentos.
El tener que caminar tanto para ir a visitar a diferentes familias, donde se encontraban enfermos, abuelos, discapacitados fue muy bonito, gracias a que en cada acto que realizábamos y explicábamos, veíamos una hermosa sonrisa, cargada de energía y de fe para seguir adelante y nunca rendirse.
El poder darle catequesis a niños, jóvenes y adultos fue muy valioso, tanto para ellos como para nosotras, pues estábamos preparando y dando indicios sobre lo que iba a acontecer el jueves, viernes y sábado santo.
Para mí fue muy significativo el Jueves Santo, más que todos los otros días, ya que ese día se hizo una obra de caridad con todos los jóvenes y la hermana Guadalupe Casas: visitar a una señora que vive sola, esta postrada en cama, y no puede hacer nada. Aseamos el lugar, a ella misma y a todo su alrededor, le pusimos música y le hicimos el almuerzo. La cara de felicidad de ella fue nuestro mejor regalo.
Por la tarde participamos en la celebración de la Última Cena, escuchamos el relato del mandamiento del amor y oramos ante el Santo monumento. Comprobamos la disposición de la gente para orar con fe en la capilla y de noche, pudimos orar hasta las 10 p.m. En ese tiempo de oración sentí a Jesús dándome fuerza y diciéndome que siga y que nunca me rinda. Fue muy emotivo pensar en todos, no solo en mí. Fue una experiencia de oración única que jamás había tenido.
El Viernes Santo fue muy impactante cuando don Luis Eduardo quiso hacer de Jesús en el viacrucis, se colocó una corona de espinas. Yo personifiqué a María y a la Verónica. Cuándo él hizo la actuación de caer fue muy real y se sentía como esa angustia por dentro, cargó una cruz muy pesada durante todo el recorrido. Estar a los pies de lo que vivió Jesús fue algo realmente de mucha fe, valentía y emoción al mismo tiempo.
El Sábado Santo por la tarde-noche se realizó la fogata de la que se prendió el cirio pascual. Luego en la capilla seguimos las reflexiones propias de la Vigilia Pascual, y nos dispusimos a ser testigos de la resurrección de Jesús. Terminamos esta significativa celebración, compartiendo con los asistentes, lo que ellos mismos habían llevado para este momento.
La asistencia de la gente fue masiva, con mucho interés y participativa.
Al concluir la misión, nos sorprendieron los Agentes de Pastoral de la Vereda con una cena de despedida. Se notaba cariño, entusiasmo y agradecimiento por todo lo que pudimos compartir con ellos, ya que nunca habían tenido una experiencia tan hermosa en Semana Santa, ni yo tampoco.
Esta Semana Santa es única e inolvidable para mí, no había vivido una igual y nunca la volveré a tener así de especial. Estar en misión es tener disposición, cariño y ganas de enseñar como también de aprender. Siento que les deje algo de mi, desde que llegue hasta que me fui. Algo que nunca había hecho fue el lavatorio de los pies (el servicio), a muchas personas les daba pena pero igual se los dejaban lavar, sin importar como estuvieran, ya que Jesús no exigió como tener los pies para podérselos lavar a sus discípulos. Algunos de los que participaron en el lavatorio de los pies acrecentaron su actitud de servir y no de ser servidos, como lo dijo hizo Jesús.
Tanto las Hermanas como las Jóvenes, que participamos en la Misión de Semana Santa en Chicagua Alto, podemos afirmar que la experiencia fue positiva y que al compartir la fe recibida con otros creyentes nos enriquecemos mutuamente, y más en estos ambientes sencillos, acogedores y deseosos de aprender y de ser.Karen Juliana Díaz Espinosa
Del 10 al 12 de mayo de 2019, se realizó en la Provincia Nuestra Señora de la Altagracia el encuentro de Hermanas entre 20 y 31 años de Vida Consagrada, en la casa de descanso Villa Las Teresas de Guayacanes, San Pedro de Macorís.
El lema elegido por el Equipo de Formación iba en consonancia con el lema de pastoral de la Congregación de este año Atrévete a ser luz, con el propósito de fortalecer la identidad carismática desde el proceso de revitalización en que nos encontramos inmersas, para ser luz en medio de las realidades cotidianas.
Todo se desenvolvió en un clima de alegría, fraternidad, oración, compartir, y la chispa de grupo que nos caracteriza, ya que casi todas coincidimos en el Noviciado y nos divertimos recordando: anécdotas, hermanas, canciones, que nos han acompañado en el proceso.
El sábado en la mañana nos acompañó la Hna. Clara Tejeda, Religiosa Apostolina, quien compartió en esta línea, utilizando como recurso el videometraje La luna y desde aquí fue compartiendo ideas fundamentales, como:
La apertura a lo nuevo expande luz.
Siempre hay algo que descubrir.
Cuál es nuestra realidad?
Somos mujeres heridas y las heridas trabajan desde la clandestinidad.
¿Por qué cuidar la interioridad?
La unificación de la persona, para encontrar un lugar en el centro interior.
Dios me busca, rodea y cuida. Entre otras
Compartimos y dialogamos cómo nos vamos haciendo al lado de otros y después nos vamos quedando con lo esencial, aportando cada una lo propio en el proceso de crecimiento. Concluimos afirmando que hay que seguir creciendo y avanzando, y sobre todo AHONDANDO EN LA PROPIA INTERIORIDAD, lugar habitado por la Presencia fiel de Dios.
Disfrutamos de una tarde de retiro, adoración al Santísimo y la Eucaristía dominical en la Iglesia de Guayacanes; donde nos sorprendió una comunidad viva y acogedora, el sacerdote invitó al final a presentarnos como congregación y aprovechamos para motivar la vocación a la vida consagrada y sacerdotal en el marco de la celebración de la Jornada de oración por la vocaciones, en el domingo del Buen Pastor.
Al final de la Jornada se realizó una dinámica interesante donde cada hermana compartió en sencillez lo que estamos viviendo desde nuestro ser de mujeres consagradas y pudimos escucharnos unas a otras, constatando búsquedas, aspiraciones, maduración, cambios y deseos profundos. Transcribo con algunas palabras el resumen de cómo nos sentimos las hermanas de esta etapa: Agradecidas, confiadas, serenas, identificadas con la congregación, disponibles, con deseos de seguir aportado en la construcción de la Comunidad, responsables. Con retos y miedos, y a la vez convencidas de que Dios va obrando en nosotras, ya que en Él hemos confiado nuestras vidas.
Es importante destacar un elemento innovador y fue la presencia a tiempo completo en el encuentro de la Sra. Maritza Arias, representante de las Fraternidades en el Equipo de Formación, esto nos hace dar pequeños pasos que nos van confirmando en la opción de la Congregación, de crecer junto a los laicos en la vivencia del carisma, resultando interesante e innovador su aporte, colaboración y sentido de pertenencia e identidad desde su ser laical.
Agradecemos al Equipo de Formación de la Provincia, a las hermanas de las Comunidades y Fraternidades por aportar en nuestra formación, ya que el conjunto de relaciones cercanas, la vida comunitaria, el acompañamiento y la fraternidad nos construyen cada día y nos hacen SER Una Carmelita Teresa de San José, con una fuerte experiencia de Dios, que impulsa toda su vida hasta tener a Cristo como valor absoluto de la existencia. (Cfr. C 8)Hna. Teresa Jiménez Fernández, ctsj