El fin propio de la Congregación es extender y consolidar el Reino de Dios, mediante la evangelización y práctica de diversas obras de misericordia. Desde los orígenes realizamos nuestra misión, preferentemente, con la niñez y la juventud huérfana por cualquier causa.
Las Hermanas Carmelitas Teresas de San José, hemos recibido del Espíritu, persona a persona, la llamada a reproducir en nuestro mundo a Jesucristo, como misericordia del Padre. Este fue el rasgo del Hijo que profundamente impactó a Teresa Toda y Teresa Guasch, tomándolas por entero. No sólo experimentaron irresistiblemente la necesidad personal de vivirlo y hacerlo principio de su propia entrega, sino también la de ofrecerlo como “razón de su esperanza” y de su vida a otras personas.
Llevamos a cabo nuestra misión, principalmente, a través de la educación integral, “continuando así la misión de Cristo, el Maestro”. Nuestras Fundadoras se dedicaron a la acogida, acompañamiento y formación de las huérfanas, promoviendo a la mujer. Una encomienda dura y difícil en el mundo de hoy, pero que hemos de asumir con radicalidad y decisión.
Las principales acciones apostólicas que realizamos las Hermanas Carmelitas Teresas de San José son: