Somos Gabriela Pimentel y Christal Quirico, estudiantes de 4to y 3ero de secundaria del Colegio Santa Teresa, y queremos contarles que los días 18, 19 y 20 de febrero pasamos por el nivel inicial y primaria, personificadas de Teresa Toda y Teresa Guasch.
¡Si quieres saber cómo vivimos esta misión que nos encomendaron sigue leyendo!
Hay muchas veces en la vida que uno no espera realizar cierto tipo de cosas.
Primero, porque vivimos en un mundo momentáneo que, a pesar de ser como es, como seres humanos no sabemos apreciar lo que tenemos, porque siempre estamos pensando en lo que pasará después, cómo será́y cómo lo haremos. En medio de todo eso, Dios siempre toca nuestra puerta y nos regala oportunidades que nos permiten percibir cómo los deseos de nuestros corazones se van cumpliendo a través de su bondad, a medida que vamos aprovechando su sabiduría y aprendiendo a esperar en sus tiempos.
Dios nos pone en caminos donde podemos ser luz para otros, aunque no siempre lo entendamos al principio. En esta experiencia nos dimos cuenta de que, al final, todo lo que hacemos, si lo hacemos con amor, se convierte en una bendición que trasciende más allá de nosotros.
Agradecemos profundamente esta oportunidad que nos permitió no sólo conocer más a estas dos grandes mujeres, sino también sentir la alegría de compartir su legado con los niños. Sabemos que, así como su vida inspiró a muchos, hoy podemos ser un pequeño instrumento para seguir transmitiendo su luz.
Gabriela Pimentel y Christal Quirico,estudiantes de secundaria Colegio Santa Teresa. Santo Domingo, R. D.
Teresa Toda
Al ser parte de esta hermosa experiencia, representando de Teresa Toda, he aprendido algo muy significativo en mi vida, para poder llegar a nuestro encuentro con el Señor, debemos pasar muchas, muchas pruebas que van aumentando nuestra fe. Como jóvenes en una sociedad llena de pruebas es un llamado a ser como Teresa Toda, a ser lentos en cólera y rápidos en sencillez, a ser portadores de luz y no esconder eso que Dios nos enseña diariamente porque hay millones de personas que podemos ayudar a través de nuestros testimonios, una sonrisa puede cambiar vidas, un abrazo o un simple buen día puede ser el regalo más hermoso y valioso para alguien que nunca ha tenido a alguien.
Haber durado tres días imitando a nuestra fundadora me ayudó a entender el llamado que Dios me hace a ayudar a los demás, a ser quien soy porque así es como Él quiere que seamos a pesar de todos nuestros defectos.
Para culminar este testimonio es muy importante para mí́ recalcar a los jóvenes que darle un sí al Señor puede ser complicado pero será el camino más hermoso que podrán vivir puesto que, su amor y seguridad nunca les faltará y mucho menos un gran amigo que estará con ustedes por como son y no por lo que tengan, nunca su relación dependerá de lo que hagan por él, si no por la fidelidad y amor. No se desmotiven porque a pesar de las pruebas el siempre recompensa en su tiempo perfecto y, lo más importante, vivan su experiencia propia con Él, porque por más que les cuenten cada quien vive y recibe un llamado diferente al de los demás, solo cuando lo vives entiendes la frase: “El bien siempre bien con sencillez” o “todo por amor” porque te conviertes en alguien diferente al que eras antes, Dios les bendiga.
Gabriela Pimentel, 4to de secundaria Colegio Santa Teresa. Santo Domingo, Rep. Dom.
Teresa Guasch
Desde que me dieron la oportunidad de participar en esta hermosa actividad, sentí que era una bendición especial. Interpretar a Teresa Guasch y contar su historia a los niños de primaria y nivel inicial fue una experiencia única, llena de amor y aprendizaje.
Al ver sus caritas llenas de curiosidad y emoción mientras les hablaba sobre su vida y su misión, entendí que Dios nos llama a servir con el corazón. Cada palabra que compartía no solo era un relato, sino una semilla de fe y esperanza que sembraba en los más pequeñitos.
Más que un simple papel, fue un regalo para mi alma. A través de Teresa Guasch, pude transmitir valores como la bondad, la entrega y el amor a Dios. Y aunque fui yo quien les llevó su historia, siento que los verdaderos maestros fueron ellos, con su inocencia y pureza, recordándome que el servicio es el reflejo más bello del amor de Cristo.
Agradezco profundamente esta oportunidad, porque me permitió no solo conocer más sobre esta gran mujer, sino también sentir la alegría de compartir su legado con los niños. Sé que, así como su vida inspiró a muchos, hoy pude ser un pequeño instrumento para seguir transmitiendo su luz.
Christal Quirico, 3ero de secundaria Colegio Santa Teresa. Santo Domingo, Rep. Dom.
