Durante los días comprendidos entre el 28 y el 30 de Mayo, las Hermanas Hilda Lucía Ruíz Idárraga, Betty Yolanda Vargas Avila, Yamile Josefa González Rangel, Zoraida Pérez Alzate, Gloria Cecilia Tobón Molina, Dioselina Tabares Suaza, Lisdey Marcela Sierra Cárdenas, Luz de las Mercedes Guerra Hinojosa, Yasmín Patricia Contreras Rivera, Emily Adriana Larrota Niño y Angela María Zuluaga Ospina, participamos del Congreso de Vida Religiosa programado por la Conferencia de Religiosos de Colombia en Bogotá Colegio Agustiniano Ciudad Salitre. El tema del mismo fue: «TESTIGOS DE LA MISERICORDIA: SALIR PARA ACOGER Y CUIDAR LA VIDA» y tuvo como objetivo general: Promover una vida religiosa despierta al compromiso profético en el contexto del conflicto socio-político hoy.
Los ponentes del congreso fueron:
Padre Gustavo Gutiérrez, O.P, quien, como sabemos, ha sido uno de los principales representantes de la Teología de la Liberación en América Latina, cuyas propuestas teológicas han estado centradas en la relación entre salvación, liberación y desarrollo, como también en la opción preferencial por el pobre.
Padre José Cristo Rey García Paredes, CMF, reconocido teólogo y catedrático en diferentes universidades y centros de estudios a nivel internacional (Europa-Asia-América), por lo tanto, uno de los grandes conocedores de la Vida Consagrada a nivel mundial.
Se desarrollaron tres grandes temas a lo largo de los tres días:
La vida religiosa en el contexto socio-político hoy.
El riesgo de la profecía.
Hacia una vida religiosa despierta en el compromiso.
En las horas de la tarde, después de las anteriores profundizaciones temáticas, participamos en diferentes mesas de trabajo, orientadas por los miembros de la comisión de Teólogos de la Conferencia de Religiosos de Colombia y por la Comisión de Jóvenes Religiosos, donde se ahondó en diferentes temáticas, relacionadas con espiritualidad, misericordia generadora de cambio, las nuevas generaciones ante los conflictos de nuestro tiempo, vida religiosa y tecnología al servicio de la evangelización y de la paz , la crisis ecológica: desafíos para la vida religiosa, profecía y paz, la vida religiosa y su aporte en la solución de conflictos, y otras, que harían demasiado extensa esta descripción.
Las Hermanas que participamos de esta experiencia, valoramos la profundidad de los aportes recibidos, que nos invitan a un compromiso cada vez mayor con la realidad en la que estamos insertas.
Tantos contenidos y conclusiones serían muy largos de expresar, pero, de una forma sencilla, estas fueron, entre otras, algunas conclusiones expresadas en términos de actitudes, vivencias y formas de llevar a cabo nuestra misión, que necesitamos aprender, fortalecer y redimensionar y como mujeres consagradas en el mundo de hoy:
La reactualización constante de nuestro carisma.
La defensa de la vida y el sentido de la misma.
El cuidado de nuestra casa común, conversión ecológica: Laudato Si.
La opción prioritaria por las mayores pobrezas de nuestros contextos, ha de llevarnos a niveles de compromiso cada vez mayores con quienes SON EL CORAZÓN DEL EVANGELIO.
La necesidad de dar nueva vida a la sed de espiritualidad que tiene el mundo de hoy.
La urgencia de ahondar en el don de profecía en sus dimensiones de anuncio y denuncia, como también de practicar en todo momento la profecía de la hospitalidad
Las diferentes formas de mantener y acrecentar la esperanza en estos tiempos difíciles que nos está correspondiendo vivir a todo nivel.
La gran necesidad que tiene el mundo de que seamos: Testigos de la alegría.
Nuestros contextos de vida y misión están urgidos de una vida religiosa descentrada de sí mismas y centrada vitalmente en Jesús.
El desafío de las nuevas tecnologías.
Damos gracias a Dios y a la Provincia, por habernos posibilitado estos tres días de formación y encuentro, y pedimos al Señor la capacidad para poner por obra todo lo recibido.Hna. Angela María Zuluaga Ospina, ctsj