Queridas Hermanas Carmelitas Teresas de San José, comunidad educativa del Colegio El Carmen Teresiano, familias y estudiantes:
Con motivo de los 147 años de fundación de la Congregación de Hermanas Carmelitas Teresas de San José, hoy celebramos con inmensa alegría y gratitud el profundo significado que identifica esta fecha, en la cual resaltamos y admiramos la misión iniciada el 22 de febrero de 1878 en Barcelona, España por Teresa Toda y Juncosa y Teresa Guasch Toda, la cual trasciende el tiempo y deja huellas imborrables en la vida de quienes han experimentado la acogida y formación integral que caracteriza la vocación de servicio y amor incondicional a la educación que inició esta labor.
Gracias, queridas hermanas, por su vocación inquebrantable, por su espíritu de enseñanza que no sólo instruye la mente, sino que también ilumina el corazón. Su alegría, su ternura y su fortaleza han sido faros de luz para incontables generaciones. Gracias por enseñarles a nuestros hijos no sólo a pensar, sino a sentir, a creer y a vivir con propósito, con Dios como propósito central de sus vidas. Su labor no se limita a transmitir conocimientos, sino que transforma vidas, siembra esperanza y moldea almas con valores, principios y fe.
A través de ustedes, hemos aprendido que la verdadera educación no solo prepara a nuestros hijos para una profesión, sino para la vida misma. Inculcando en cada estudiante la importancia del respeto, la solidaridad, la compasión y la búsqueda incansable de la verdad y el bien. No sólo para los alumnos del Carmen Teresiano Cúcuta sino en todos los puntos donde la Congregación ha expandido su presencia, en cada lugar han enseñado a ser luz en los momentos de oscuridad, a convertir la tristeza en alegría y la desesperanza en fe renovada.
Hoy, podemos ver reflejada su misión en cada exalumna y exalumno que, con orgullo y compromiso, llevan consigo las enseñanzas recibidas en este colegio. Son ellos testimonio vivo de su dedicación y amor, representando con excelencia los valores que aquí aprendieron. En cada logro alcanzado, en cada sueño cumplido, en cada acto de bondad y servicio, brilla el legado de su esfuerzo.
Expresamos nuestra más profunda gratitud a todas las hermanas que han dejado su huella en este colegio, aquellas que aún continúan con su incansable labor y aquellas que han sido llamadas a descansar en la paz y la gracia de Dios. Su legado permanece vivo en cada corazón que han tocado.
Pedimos a Dios que siga colmándolas de bendiciones, que multiplique en ustedes la fortaleza, la sabiduría y el amor necesario para continuar esta noble y poderosa misión. Que su entrega siga transformando corazones y construyendo un mundo donde reine la paz, la esperanza y la fraternidad.
Que el camino que han trazado siga iluminando generaciones y que su labor siga siendo un testimonio de fe, amor y servicio. ¡Gracias por educar con el alma, por formar con el corazón y por ser ejemplo vivo de la bondad y la entrega!
Feliz aniversario y que Dios las bendiga siempre.
Sr. Freddy Villán Moreno. Padre de familia.