Los días 6 y 7 del mes de mayo tuvo lugar el encuentro nacional de Fraternidades Carmelitanas de México, en la Ciudad de Querétaro México. En él, participamos hermanas y hermanos de las nueve Fraternidades que conformamos la Familia de las dos Teresas, en México, que nos identificamos con los siguientes nombres. Ruáh y Getsemaní de Querétaro; Sitio de Jericó, Cana de Galilea y Nazareth de Guadalajara, Tala y Tequila, Jalisco; Kerigma, de San Luis Potosí y Koinonía de la Ciudad de México. Las siete hemos iniciado, en este encuentro, el 5º año del proceso.
Participaron, también, con nosotros, hermanos de dos Fraternidades que han nacido durante este ciclo escolar.
Nuestro encuentro se llevó a cabo en un ambiente cálido y familiar, muy cordial, con gran alegría y participación de todos, y una acogida muy entusiasta y calurosa por parte de las Fraternidades anfitrionas de Querétaro.
Un momento central de nuestro encuentro, fue la experiencia de retiro y oración, preparatoria para la emisión de las promesas, en la que preparamos nuestros corazones con mucha disposición y discernimiento, para responder, con generosidad, al llamado que Dios ha hecho en cada uno nosotros, a esforzarnos por seguir a Jesús y vivir como él, el anonadamiento y la infancia espiritual, en la Fraternidad Carmelitana, con el dinamismo apostólico de nuestras madres fundadoras Teresa Toda y Teresa Guash.
Fue tal la calidad de la entrega y reflexión, que algunos hermanos y hermanas de las Fraternidades, que no habían decidido hacer la promesa, se sintieron tocados y movidos por el Espíritu y Se decidieron a hacerla en la jornada de oración.
El momento de oración fue básico y esencial para llegar al siguiente paso que era, al fin, el momento tan esperado y se llevó a cabo la Celebración de la Eucaristía en la Parroquia del Divino Niño de la Salud, de Querétaro. La celebración estuvo llena de emociones y de júbilo al firmar la promesa que nos permite vivenciar lo recorrido y aprendido durante estos cuatro años de formación.
Una sorpresa nos esperaba al regresar de la Celebración al lugar donde estamos siendo acogidos; y fue que las Fraternidades anfitrionas prepararon un festejo en grande con mariachis, haciendo así crecer aún más el júbilo, el entusiasmo y la familiaridad entre las Fraternidades.
Para seguir con los acontecimientos importantes y de fiesta, continuamos con la presentación de nuestro siguiente año, el quinto, de siete, del Proyecto Que todos sean uno, en el cual nos proyectaremos con un proyecto común que es extender y consolidar el reino de Dios.
Con cariño y saludos, en nombre de las Fraternidades de México.
Ana Celia Castañeda Almanza
Fraternidades Getsemaní, Querétaro
Martha Angélica Velázquez Hernández
Fraternidad Koinonía, Ciudad de México