En este proceso de reestructuración es importante ir haciendo camino y por tal motivo fuimos convocados el 29 de abril 2021, por la Hna. Juana Dolores Mañón Quiñones, coordinadora de la Comisión: Obras, Presencias y Fronteras, a la Primera reunión virtual de Equipos Directivos de los Hogares.
Los objetivos de la reunión fueron los siguientes:
- Favorecer un espacio para conocernos y animarnos en la tarea de gestión y administración de las Casas Hogar que la Congregación nos ha confiado.
- Presentar el Proyecto Apostólico Congregacional.
Se inició con una oración al Espíritu Santo dirigida por la Hna. Alma Lidia Rodríguez Zorrilla pidiendo nos impulse al bien y a la verdad.
Después de la oración, se hizo la presentación de todos los participantes de los Equipos Directivos de los diferentes lugares donde nos encontramos, esto nos ayudó a conocernos y sentirnos unidos en una misión común como Cuerpo Congregacional.
Vimos que el Proyecto Apostólico Congregacional es el mismo Proyecto de Jesús, que nos ofrece las pautas en lo que tenemos que trabajar juntos y ofrecer orientaciones para que se mantenga vivo el Carisma y fortalecer nuestro Cuerpo Congregacional y dar un nuevo impulso a la misión con la participación de hermanas y laicos vinculados al Carisma.
El Espíritu Santo nos conduce a la comunión como signo de esperanza y vida, trabajar por el respeto a la dignidad humana.
Es importante en nuestro Proyecto Apostólico Congregacional: La oración, el entusiasmo misionero, la acogida, fraternidad, solidaridad, la alegría y la esperanza.
Nuestras prioridades son: Jesús como centro, Comunión de Vida para la Misión, las Fronteras y Periferias carismáticas, las Obras y Presencias portadoras de un Carisma, la Pastoral, que nuestros centros transmitan los valores y enseñanzas de Jesús y la Comunión de bienes.
El Espíritu Santo nos mueve a evangelizar con otros, el Proyecto de la Pastoral inserto en el Proyecto Educativo, laicos y hermanas con una misión compartida, desde la experiencia de una manera de ser y hacer las cosas, de acompañar con misericordia, ternura, acogida y sencillez. Con el Carisma de las dos Teresas poniéndole énfasis a los valores.
Fue rico el compartir sobre cuáles son las periferias existenciales de la realidad en la que nos encontramos y la importancia de darle un nuevo impulso a la misión.
Finalizamos dando gracias a Dios por estos momentos de compartir y agradeciendo a las hermanas responsables de conducir este encuentro. En la oración final pedimos a la Sagrada Familia de Nazareth que haga de nuestros hogares uno con ellos, teniendo a Dios en el centro de nuestros corazones y Hogares hasta que seamos Una Sola Familia.
Hna. Patricia A. Jiménez Espinosa, ctsj