“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz…” (Is 9,2)
Los días del 27 de diciembre al 2 de enero 2024 nos reunimos todas las hermanas de República Dominicana en el Carmelo, en la Capital.
Iniciamos con el Encuentro orando juntas la liturgia de Vísperas y luego compartiendo la cena con el toque festivo navideño propio de esta octava.
Al día siguiente sin afanes de madrugar salimos rumbo a Bayahibe, donde nos encontramos con el espléndido regalo de un resort. Gozamos de un día templado. Un cálido y atento recibimiento en el hotel y una esmerada atención todo el tiempo. Un espacio para la convivencia, el descanso y la recreación, muy necesario, que todas las participantes disfrutamos y agradecimos mucho.
Cargadas las baterías, al día siguiente vivimos con intensidad el día de retiro, enmarcado en la liturgia del día. La propuesta de reflexión – oración: Ir a Belén: “contemples lo que ha sucedido allí…”. Oramos con los textos de Lc 1, 6-20. Conforme a las dos pautas propuestas, nos acercamos a Jesús recién Nacido para contemplarlo, adorarlo y reiterar la ofrenda de nuestra persona. Permitiendo que el misterio de la Navidad interpele el hoy de nuestra vida.
A media mañana tuvimos también un espacio muy especial de adoración con tinte carmelitano.
Por la tarde nos reunimos para compartir nuestras resonancias del día, teniendo como referencia a la Sagrada Familia, en su sí renteramente disponible a la voluntad de Dios. Fue un momento clave, para comunicar las luces que el Señor nos regalo en la proximidad con María, José y Jesús, para identificar nuestras búsquedas, alegrías, temores, capacidad de amar, llamadas que el Espíritu nos hizo.
Concluimos el día con la celebración de la Eucaristía, presidida por el padre Francisco Escolástico, y la rica cena.
Nuestro segundo día, una jornada de reflexión prevista en tres momentos, dos por la mañana y uno por la tarde. Fue acompañada por el carmelita descalzo, Ariadis. La temática: la centralidad de Cristo en nuestra vida. A ejemplo de Jesús: vivir como mujeres ungidas por el Espíritu, mujeres de fe, orantes, fraternas y conciliadoras, de gran esperanza, fecundas, valientes, apasionadas por la vida… “mujeres del alba”. Mujeres que reconocen la noche que atraviesan, pero no paralizadas por el miedo o la desesperanza, al contrario sabedoras del gran tesoro del Carisma heredado por las Madres Teresa Toda y Teresa Guasch, atentas a los clamores de la humanidad.
Nuestro tercer día: ¡libre! Un día fresco, lluvioso…Oramos la liturgia de Laudes, celebramos la Eucaristía de domingo en la parroquia Santísima Trinidad y el último día del año y domingo transcurrió silenciosamente… A las 10:30 p.m. oramos haciendo ofrenda de todo lo vivido a la largo del año 2023, en tónica humilde y agradecida y abriéndonos para recibir el nuevo año que Dios nos concede el 2024. Siguió luego el brindis y subir al terrado a ver el derroche de fuegos pirotécnicos de la ciudad.
El cuarto día, 1° de enero de 2024, tuvimos la Eucaristía a medio día, presida por José Zaglur “Chumi”, sacerdote jesuita. Celebramos a María, Madre de Dios y nos unimos a la súplica por la paz de nuestro mundo.
Por la tarde tuvimos un espacio recreativo: algunos juegos, rifas, karaoke. Se nos hizo entrega de un regalo con motivo del 75 aniversario de la llegada de las hermanas Carmelitas Teresas de San José a esta querida Nación. Se abrió también un espacio para evaluar el encuentro. Se valoró especialmente la buena organización del equipo todo se realizó conforme a lo previsto, se consideraron tiempos para descansar, reflexionar, orar y convivir. Un, gracias especial, para la comunidad que nos acogió.
Un cariño saludo de parte de todas las hermanas. ¡Un bendecido año para todas!
Hna. María Cristina Sánchez Chávez, ctsj