Tal como estaba programado, las Fraternidades Carmelitanas del Carmelo de la ciudad de Santo Domingo, tuvimos nuestro encuentro de fraternidades, para iniciar el 3er año de formación, el día 10 de mayo del 2015.
El encuentro se inició con la Eucaristía a las 9:00 am en la Parroquia Santísima Trinidad y luego nos trasladamos al Carmelo para llevar a cabo la agenda del día.
Comenzamos con las cálidas palabras de bienvenida de la Hna. Dania Rodríguez Zorrilla, las cuales venían cargadas de entusiasmo y motivación.
Después de los cantos de animación y la oración inicial, con la lectura del Evangelio del día, según San Juan 15,9-17, procedimos a realizar la dinámica del Carrusel en la que tuvimos la oportunidad de compartir todos los participantes, de uno en uno, y abordar varios temas, que nos fueron llevando al tema central de por qué estamos en la Fraternidad, llegando todos al consenso de que decidimos pertenecer a la fraternidad pues necesitamos llenar nuestros corazones del amor de Dios y salir a ser testigos de lo que el amor de Dios hace en la vida de los que le aman.
A continuación, hicimos una síntesis de los dos primeros años de Fraternidad Carmelitana, resaltando que el primer año es de ir juntos a compartir nuestras vidas y experiencias, unidos, siendo apoyos del otro, empujando al otro, en cordadas, es el camino de aprender a ser uno, Que todos seamos uno como nosotros. Del segundo año se resaltó que es un camino sin camino porque se hace con la experiencia personal, con la experiencia fraterna y, que sólo basta seguir las huellas de Jesús, nuestro verdadero y único camino. Después de esto la Hna. Dania nos hizo la introducción al tercer año.
Reflexionamos en pequeños grupos en torno a las debilidades, fortalezas, amenazas y objetivos de nuestros encuentros fraternos. Esto nos hizo pensar en nuestro compromiso como miembros de las Fraternidades Carmelitanas.
El encuentro estuvo impregnado de mucha paz, alegría, risas, palabras de afecto y entusiasmo, todo ello sirvió para que saliéramos de allí renovados y firmes en nuestro propósito de ser laicos comprometidos a vivir y a propagar los rasgos característicos del Carisma de nuestras Madres Fundadoras, Teresa Toda y Teresa Guasch, y a permanecer orantes en medio de nuestras actividades diarias.
Finalmente, compartimos un rico almuerzo, mientras platicábamos unos con otros y nos conocíamos más.
Rosario de CastroMiembro de las Fraternidades CarmelitanasSanto Domingo, Rep. Dom.