«Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed
y no necesite venir hasta aquí a sacarla» Juan 4 ,15
En vísperas de la fiesta congregacional de nuestra Señora del Monte Carmelo, en la comunidad del Noviciado San José, Medellín, con un corazón lleno de alegría, amor y profundo gozo celebramos nuestro ingreso a la etapa de noviciado Ingrith Dayana Rivas Arciniegas y Enedina Mercedes Navarrete Henríquez.
Fue una celebración en compañía de nuestras hermanas de la comunidad noviciado, la encargada de formación inicial de Chile y las Hermanas del Gobierno Provincial, quienes con mucho cariño nos animaron a continuar fieles en el paso que dimos en el seguimiento de Jesús Maestro fiel.
Nuestros corazones se sentían cargados con muchas emociones: gozo, expectativas, nervios, alegría y temores ocultos bajo las sorpresas cotidianas que nos deparará esta nueva etapa. Un sobrecogimiento nos envolvía al pensar que vivíamos en comunión no solo entre nosotras, sino que también, con todas aquellas personas que nos acompañaron en nuestro proceso y con la oración.
Tuvimos la gracia de vivir la Eucaristía, presidida por el Padre Fernando Zapata, de la Diócesis de Caldas, quien nos exhorto a seguir al Jesús del evangelio con disponibilidad misionera, atentas a lo que Dios suscita en nuestros corazones.
Posteriormente disfrutamos de un agradable almuerzo y por la noche brindamos en honor de nuestro paso al noviciado y vísperas de la gran celebración del Carmelo, donde primero cantamos a la Virgen y luego las aspirantes nos dedicaron unas hermosas trovas.
Queremos agradecer primero a Dios por el regalo de la vocación, de permitirnos vivir en una comunidad, situación y realidad que nos permite crecer integralmente. A nuestras familias quienes nos han apoyado incondicionalmente a pesar de las distancias, las separaciones y sacrificios que para ellos ha significado nuestra determinación de seguir a Jesús por sobre todas las cosas. A las hermanas que nos han acompañado, pasando por nuestra vida dejando su huella imborrable en nuestra formación espiritual, de servicio y de amor fiel a la Madre del cielo que nos acompañó en este gran paso.
Nos despedimos con todo cariño, encomendándonos a sus oraciones.
Hermanas novicias: Enedina Navarrete Henríquez e Ingrith Dayana Rivas Arciniegas.