La Fraternidad Anawin, de Lepe- España inicia su 5º año de formación emitiendo públicamente, por primera vez, su compromiso de vivir, de manera laica, el carisma de las Madres Fundadoras Teresa Toda y Teresa Guasch.
El pasado 21 de junio la Fraternidad Carmelitana Anawin de Lepe emitimos por primera vez el compromiso de seguir a Jesús, como lo hicieron nuestras Madres Fundadoras, desde nuestra condición de laicos.
Fue una hermosa tarde, con muchísima paz, en la que los hermanos Juan Jesús y Juani, María Elisa, Juanma, Francis y Victoria, Pepe, Pepi y Carlos, Rocío y Manolo prometimos seguir a Jesucristo, como lo hicieron nuestras Fundadoras, en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestra Parroquia, en nuestra vida diaria, sintiéndonos en misión compartida con las Hermanas Carmelitas Teresas de San José.
Vivimos ese momento en una Eucaristía sencilla, celebrada en nuestra parroquia, presidida por nuestro Párroco Don Feliciano Fernández y acompañados por la Superiora Provincial, Hna. María Teresa Gutiérrez, la Hna. María Lourdes Marco responsable a nivel General de las Fraternidades Carmelitanas, las Hermanas Eulalia, Encarna y Rafaela que son nuestras compañeras en la Fraternidad, familiares, amigos y conocidos.
A cinco años de formación le sigue el camino duro de trabajar en y por la fe, la esperanza y el amor, los tres principios más importantes para un cristiano, especialmente el amor, practicado con los hermanos, con la familia y con toda aquella persona que se cruce en nuestro camino: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas y amarás a tu próximo como a ti mismo.
Como ya he dicho en otras ocasiones, las Hermanas religiosas que están en Lepe son nuestra familia, nuestra casa es su casa y la de ellas es la nuestra. Y hoy también lo son todos los hermanos y hermanas de la Congregación. En la Congregación nos hemos acercado a Dios, hemos acogido a la Virgen María como nuestra Madre. Hemos comprobado que el carisma que recibieron nuestras Madres Fundadoras lo podemos vivir desde nuestra vocación laical. El camino no ha sido fácil, y sabemos que no será nada fácil, pero estamos en él con alegría y esperanza. todo lo que vale, cuesta.
Esta Fraternidad de Lepe agradece el trabajo de formación realizado, las visitas y la paciencia de las Hermanas, y la confianza depositada en nosotros. Rezad muchísimo por nosotros, por nuestra vocación laical, por nuestras familias, por nuestra Fraternidad y por nuestro pueblo. Nosotros rezamos y trabajamos por la semilla sembrada aquí, y por las promesas que otras Fraternidades harán en un futuro no muy lejano. Gracias y que Dios y la Virgen os bendigan a todos y a todas.
Victoria Gallosos