CTSJ

NOTICIAS

Actualidad CTSJ

HERMANAS CAPITULARES EN EJERCICIOS ESPIRITUALES

Acompañadas por la Ruah divina, a su escucha, iniciamos los ocho días de Ejercicios Espirituales, el 30 de junio en la noche, en la casa de espiritualidad de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús en San Lorenzo del Escorial, Madrid, con la mediación acertada del P. Antonio Sánchez Orantos, cfm.


Nos apoyamos en tres medios indispensables: Salir de los ritmos acelerados (Descanso), acoger el recogimiento interior (Silencio) y disponer el corazón para “hospedar” y escuchar a Dios (Oración).


Partiendo del texto Juan 14, 6: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, nos dejamos confrontar por el Señor: CAMINO: lo nuestro es salir, peregrinar, disponernos. ¿Cómo saber que nos vamos acercando a su VERDAD? Sólo si engendramos VIDA.


Fuimos agudizando nuestra sensibilidad, invitadas a entrar en procesos de conversión para entrar en la Asamblea Capitular con el corazón limpio, con el corazón reconciliado. Para ello se nos propuso como ruta de conversión, la de la HUMILDAD teresiana: Andar en verdad. Descentrarnos de nuestro yo para dar la centralidad a Dios. Sólo podemos si nos fiamos de Él. Se trataba de experimentar la entrañable misericordia de Dios, desde el marco bíblico de la Anunciación, confrontándonos con sus oponentes:
– Alégrate: La vocación profética se quiebra con la tristeza. Es el signo externo de que dejamos de confiar en la providencia de Dios.
– No temas: El miedo revela que no hemos hecho la experiencia del Resucitado.
– Engendrarás vida: Si nos vamos encerrando, nos vamos muriendo y no somos generadoras de vida. Cuando el miedo nos paraliza, en vez de engendrar vida, engendramos muerte.

Siempre con la certeza de que yo no alcanzo a Dios, es Dios quien me alcanza a mí.


Meditando la Kénosis de Cristo, su abajamiento, y algunos de los artículos de nuestras Constituciones, se nos invitó a recordar los orígenes humildes y pobres de nuestra Congregación, que nos coloca nuevamente en la senda de la Sabiduría y nos hace mujeres libres, esperanzadas, confiadas y dispuestas a dar la vida, a entregarnos a los más pobres de la tierra.


A la sombra del Crucificado por amor, renovamos la convicción de que nuestra vida está enraizada en su amor y sólo su Espíritu va cambiando nuestro corazón de piedra en corazón de carne.


Terminamos esos días de encuentro con el Señor, agradecidas y haciendo la experiencia de construir la comunidad capitular, responsabilidad confiada por el Señor y las Hermanas.


Con esperanza nos conducimos por el Espíritu Santo para captar sus insinuaciones, buscando nuevos caminos de evangelio desde la fuerza del carisma que el Señor regaló a la Iglesia, por medio de las dos Teresas.


Hna. Dania M. Rodríguez Zorrilla, ctsj

imagen galeria imagen galeria imagen galeria imagen galeria imagen galeria imagen galeria imagen galeria
Por favor Acepta todas las cookies para ver todo el contenido.