Durante los días 25,26 y 27 de septiembre, se realizó en Macomía el XI encuentro diocesano de la juventud, coordinado por la comisión diocesana de la juventud y por el grupo de jóvenes de Macomía. Estuvieron presentes alrededor de 400 jóvenes, acompañados por el señor obispo, Don Luis Lisboa, 4 sacerdotes y 19 religiosas de las diferentes parroquias de la Diócesis.
El tema central fue La misericordia, y se desarrolló el sábado.
En la mañana se realizó una conferencia a cargo del sacerdote pasionista Latifo Fonseca, donde convidó a vivir la misericordia desde las actitudes de bondad, caridad, aceptación, compartir, perdonar y servir a nuestros hermanos.
En las primeras horas de la tarde, una representación de jóvenes visitó el hospital y la cárcel, llevando frutas, jabón y detergente. En la cárcel realizaron actividades recreativas.
A partir de las 3 pm hicieron una presentación de sociodramas que cada parroquia debía traer preparado y cuyo tema era cómo vivir la misericordia. El grupo de Macomía representó la parábola del buen samaritano. Otro de los grupos realizó una actividad que impactó a todos, Desde la mañana apareció un limosnero que nadie conocía y participaba en todas las actividades, desde la puerta o desde algún rincón, también fue a recibir las comidas. Todos se apartaban de él y lo aislaban, hasta los celadores le pidieron que se fuera. El permeancia con la cabeza inclinada y decía que quería participar o que sentía hambre y quería comer como todos. Después actuó en el último de los sociodramas donde representaban escenas de rechazo a los mendigos y personas de la calle .El acto termina con la acogida que le hace una familia, que se interesa por él, lo asean, visten y dan de comer. Finalmente, el joven que hacia este papel, compartió lo vivido durante el día y el dolor que se siente al ser rechazado y tratado como loco. Al ser ignorado y despreciado por ser pobre y necesitado. Nos convidó a todos a revisar nuestras actitudes hacia estas personas y a tener más caridad y misericordia con los necesitados.
El encuentro culminó el domingo con la celebración de la Eucaristía, presidida por el señor Obispo. En la homilía, nos convido a todos a ser misericordiosos como Jesús. Motivó especialmente a los jóvenes a vivir una autentica vida cristiana y a ser sal y luz de la sociedad, construyendo su proyecto de vida basado en valores Evangélicos.
Para nosotras como comunidad fue una riqueza significativa el abrir nuestra casa en medio de las limitaciones y dificultades para acoger lo mejor posible a las hermanas de las diferentes comunidades y parroquias, con quienes compartimos todo. Dentro de casa sólo podían dormir 3, las otras durmieron en una de las camaratas del hogar, pero comían con nosotras y usaban las instalaciones de la casa para todo. Vivimos un compartir fraterno muy entrañable, sobre todo durante las comidas donde podíamos estar todas y disfrutar de la compañía mutua y de las experiencias que compartían las otras.
El Señor Obispo y los padres se hospedaron en la casa parroquial, donde Hna. Nubia coordino la acogida y atención a ellos. Sin embargo nuestra casa estuvo abierta para lo que necesitaran en cualquier momento y para compartir un café o un té.
Los jóvenes durmieron en los salones de la escuela y la comida fue preparada en el hogar por un grupo de señoras, coordinadas por Hna. Nubia, quien estuvo de tiempo completo, pendiente para que todo quedara bien y fuera suficiente.
El encuentro, se realizó en ambiente de alegría, participación y responsabilidad. Las distintas comisiones realizaron muy bien su trabajo y todos quedamos muy contentos y animados para el próximo encuentro.
Las hermanas nos agradecieron de manera especial la acogida y Don Luis y la comisión agradecieron nuestra participación y colaboración en los preparativos y realización del encuentro.
Hna. Sonia Gómez Gómez, ctsj