El haber vivido el XI Campamento Juvenil Vocacional 2016 en el Hogar Teresa Toda, para muchos de nosotros por primera vez, fue una muy linda experiencia. Nada de lo que esperábamos se compara con lo que vivimos. Fue mucho mejor. Para otros jóvenes éste era su tercer campamento, sin embargo, lo consideraron mucho mejor que los anteriores a pesar que no estaban sus típicos amigos.
Una semana llena de compañerismo y trabajo en equipo, al relacionarnos con personas de diferentes ciudades y compartir con ellos desde una mirada Cristo céntrica. Formamos unas amistades que durarán mucho tiempo y que intentaremos mantener a lo largo de este año a pesar de la distancia que nos separa.
La experiencia que uno tiene con los niños es muy bella, al compartir con ellos uno se encariña mucho y los empieza a guardar en el corazón. La atención por parte de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José y tías del Hogar fue muy buena y acogedora.
Sinceramente una experiencia que vale la pena vivir. Fue complicado al principio, pero jamás nos sentimos más llenos como cuando jugábamos con los niños y les sacábamos una sonrisa por muy agotados que estuviéramos. Los talleres que logramos realizar con ellos, nos obligó a nosotros como tíos a explotar todos nuestros talentos para poder entregárselos a estos pequeños. Gracias a ellos pudimos observar las habilidades de cada uno de ellos y de nosotros. Pero más que eso, nos dimos cuenta de los grandes regalos que ellos nos dieron: risas, abrazos, juegos, canciones y muestras de cariño interminables.
Estamos muy agradecidos por la invitación a vivir esta experiencia ya que son momentos únicos y maravillosos que sin duda quedarán grabados en nuestros corazones y en el de los niños. Agradecemos a todos lo que hicieron posible este Campamento. Sinceramente volveríamos el próximo año.
Jóvenes participantes del XI Campamento
El Melón, Santiago, Rancagua, Chillán y Coihueco