La pedagogía del Amor de las Dos Teresas que encuentra su fuente y sentido en la pedagogía de Jesús ha logrado transformar a lo largo de los siglos la vida de muchos y muchas jóvenes que han trazado sus caminos desde la norma del Evangelio.
Esta propuesta educativa también es eje transformador en la vida y proceder de los docentes que con ánimo y pasión asumen el reto de educar, formar y acompañar al estilo de Jesús. Por eso, las HH. Carmelitas Teresas de San José han propuesto para nuestra formación docente el compendio de reflexión SER, EDUCAR, AMAR como instrumento de identidad del Educador Carmelo-Teresiano.
Este elemento de formación ahonda en la experiencia docente primero como persona y su capacidad de Ser. A su vez, condensa esta existencia en la vocación de Maestro para quien su único ahínco es saber Amar. De esta forma, la educación ofrecida genera hombres y mujeres nuevos que se saben personas capaces de cambio y amadas en la verdad y que son sujetos de transformación.
Para mí como docente Carmelo-Teresiana ha sido de gran valía y sumo provecho esta experiencia de formación, pues me ha permitido reconocer lo importante que es entenderme y construirme como persona, como mujer hija de Dios habitada de su grandeza. Ha sido el encuentro fecundo con mi vocación de maestra, reconociendo mis aciertos y desaciertos, los cambios que he evidenciado en mis estudiantes y sobre todo el vigor y pasión que sigo experimentando en educar. Además, sigo teniendo como constante que el centro y motor de la educación es la persona misma.
Para concluir y no por ser último es menos importante, afirmarme en mi capacidad de amar, de ser amada y de entregar amor. El éxito y sentido de la educación es el amor, aquel que da valor a todas cosas y nos hace apresurar los pasos.
Así, SER, EDUCAR, AMAR es el itinerario evangélico de todo docente que vibra con la pedagogía del Maestro, Jesús.
Claudia Ramos Torres, docente.
Colegio El Carmen Teresiano de Bogotá