Con la alegría y el entusiasmo de habernos encontrado con Cristo resucitado dejándonos guiar y siguiendo los pasos de su Madre María, les hacemos partícipes de la vivencia y experiencia de nuestro encuentro anual de junioras de la Provincia Nuestra Señora de la Altagracia.
Dicho encuentro se realizó los días 20 -21 de mayo del presente año, en la casa Provincial, en Santo Domingo, teniendo como tema la vida de Nuestra Madre María modelo de seguimiento, entrega y confianza en Dios que nos legaron nuestras Madres Fundadoras.
Este encuentro estuvo repleto de creatividad, signos y detalles que nos fueron conduciendo a tener un encuentro personal con la amada Madre María. Participamos de este las Hermanas Ariela Ciprián Blanco, Briseidy Stephany Jiménez. Año y Stephanie Marie Santiago, cada una en sus distintas etapas: quinto, segundo y primer año de juniorado respectivamente. Tuvimos el regalo de ser acompañadas por la maestra de junioras Hna. Rhina Ybert y como invitada especial, la Hna. Leocadia Durán, quien nos iluminó con el tema María inspiradora en la unidad con Cristo. El encuentro se desarrolló con mucha profundidad, además estuvo cargado de signos que nos abrieron el corazón para adentrarnos en la profundidad de nuestras vidas, descubriendo, en la historia de consagradas de cada una de nosotras, la presencia de una Madre, Amiga, Hermana, Acompañante, Modelo de espera y libertad.
Fue una experiencia de oración, compartir, conocernos un poco más por medio de nuestra Madre María y aprovechar la oportunidad para darle la bienvenida y acogida, con sencillez y creatividad, al grupo de junioras de nuestra Provincia a la Hna. Stephanie Marie.
Tuvimos, también, la dicha de unirnos a nuestro pueblo en solidaridad con el País de Venezuela, participando en una celebración de la Eucaristía para orar de una manera muy especial por la situación que los venezolanos viven en su país, como los que por ésta o varias razones han tenido que emigrar y enfrentar la dura realidad desde fuera de sus pueblos natales. Fue una Eucaristía muy emotiva y con mucha unidad en medio de la dificultad.
Este privilegiado espacio de encuentro concluyó con un hermoso gesto de ofrecer por medio del signo de la luz, la vida de nuestras hermanas a nuestra Madre.
Le seguimos pidiendo a Nuestra Madre María, bajo la advocación del Carmen, que siga guiando nuestros pasos y nos muestre el camino que nos lleva a su Hijo Jesús.
Un abrazo fraterno,
Hna. Stephannie Marie Santiago Pizarro, ctsj
Juniora 1er. año