El conjunto de rasgos, actitudes y el comportamiento vital que se deriva del Carisma y que se expresa en la Tradición del Instituto, se traduce en Espiritualidad, que es una teología meditada y vivida, hasta el punto de crear NUESTRO ESTILO DE VIDA, que es la manera peculiar de ser, vivir y expresar el estilo propio de santidad y apostolado de nuestra Familia Religiosa.
Nuestra Carisma Fundacional, estrechamente vinculado a la espiritualidad contemplativa del Carmelo, pretende hacer de nosotras verdaderas contemplativas en la acción, que nos hace descubrir a Dios presente en la historia y en nuestra vida personal.
Teresa Toda, durante muchos años medita a Cristo que se le manifiesta, a través de su experiencia de vida, muy particularmente en la pobreza, el exilio, el trabajo silencioso, los desprecios y el dolor. Este Cristo sencillo, humillado, manso, mortificado y devorado por el celo de su Padre es el que ella y su hija siguen y abrazan.
Procuramos, en todo cuanto vivimos y realizamos, manifestar la misericordia entrañable de Jesús, sus sentimientos de compasión hacia los demás, a través de las tareas apostólicas que realizamos y del modo de ser y vivir.