Los días del 16 – 18 de marzo, la Delegación Nuestra Señora de Guadalupe, hemos estado reunidas en nuestra 43ª Asamblea de Delegación, en la Ciudad de México, y hemos vivido espacios muy ricos de encuentro fraterno, oración y discernimiento.
Como Congregación estamos viviendo un kairós, un tiempo de oportunidad en el proceso de reestructuración – revitalización. Durante estos días hemos tenido la oportunidad de tomar conciencia de nuestro caminar durante el sexenio y ha sido muy interesante caer en la cuenta de nuestro proceso, de tanta vida entregada y del paso de Dios por nuestra historia.
Hemos sentido gozo por el camino recorrido como Congregación, acompañadas por la Hoja de Ruta y ser conscientes, a la par, de que lo principal es la conversión personal y comunitaria, que está a la base de todo el proceso.
También ha sido motivo de agradecimiento, gozo y esperanza, estudiar el borrador de Proyecto Apostólico Congregacional, constatar que es un importante instrumento de comunión en lo esencial, y que recoge muy bien nuestro Carisma, nuestra vida y misión compartida con los laicos, y puede ser un excelente medio al servicio de la vida y la evangelización, en todas nuestras obras y presencias.
Hicimos una lectura creyente de nuestra realidad y la llamada a ser presencia evangelizadora en los nuevos escenarios de misión, y en las periferias existenciales, que nos apremian a revitalizar nuestra presencia misionera.
Agradecemos al Dios Padre Madre, misericordioso, que se ha hecho presente en nuestro caminar y nos sentimos motivadas a vivir al aire del Espíritu, con gozo y esperanza, este tiempo pre capitular.
Agradecemos, también, estos días de fraternidad y discernimiento, en la certeza de que Dios acompaña y bendice nuestro trabajo, orientado hacia la construcción del Reino.Hna. Esmeralda María Blanco Rodríguez, ctsj